tag:blogger.com,1999:blog-91219635970312743512024-02-08T16:38:25.906+01:00Chaising my dreams, writing my talesSarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.comBlogger38125tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-81039781442251892392009-06-26T12:15:00.003+01:002009-06-26T14:41:21.210+01:00Lucas<p style="text-align: justify;"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">No sé en qué momento de mi vida empecé a soñarte pero sí que sé que lo hice hace muchos años, cuando tu mamá y yo vivíamos todavía en la misma casa, antes de imaginarme si quiera que vendrías al mundo.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">En mi sueño eres un niño de ojos azules y pelo rubio tan listo que das incluso un poco de miedo. Aprenderás con el tiempo que si hay algún rasgo que define a tu tía es el de que es cabezota hasta la muerte, por eso supongo que me negué a creerte niño y suspiré por una niña hasta que me dieron la noticia.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Lucas no quiero engañarte, me llevé una de las desilusiones más grandes de mi vida, aunque se me pasó pronto, nada más recordarte. “Un niño” me decía Marta muerta de la risa al otro lado del teléfono mientras los recuerdos de mi sueño no me dejaban ver más y aparecías delante de mí con dos años, con la sonrisa más grande que he visto en mi vida, con el pelo rubio y los ojos de tu abuela, acariciando la tripa de tu mamá a punto de dar a luz a tu hermana. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Gracias a mis sueños empecé a quererte antes incluso de saber que estarías en el mundo y aunque todavía no pueda verte hay muchas cosas que sé de ti.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Sé que tienes los ojos grandes y las pestañas largas, porque hay muchas cosas que por herencia te corresponden, aunque eso ya lo aprenderás con el tiempo y verás que los ojos es de las pocas cosas buenas que nos tocan. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Me niego a creer que tus ojos son azules, sé que son del color del tiempo, como los de tu madre y los de tu tía. Gracias a ellos verás el mundo de color marrón cuando esté nublado y de color verde cuando haga sol y no podrás engañarme nunca ni ocultar tus lágrimas porque tus ojos en ese momento serán del verde más intenso que hayas visto en tu vida. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Sé que sólo la persona que sea capaz de mirarlos fijamente descubrirá su verdadero color, descubrirá que el verde se esconde bajo manchas marrones como gotas caídas de cualquier manera sin orden ni forma definida.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Sé que tu pelo es negro por mucho que mi sueño diga lo contario y que tu piel es blanca y tu sonrisa una mezcla perfecta de las de tus padres, que harás temblar a cualquiera que te mire mientras sonríes.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">No serás muy alto porque como te he explicado antes, hay cosas que por herencia nos corresponden, pero tus pasos serán firmes y sonarán allá por donde pises como lo hacen los de tu madre cada vez que sale por la puerta. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Serás inteligente como ellos y mis sueños me dicen que nos sorprenderás a todos antes de tiempo. Tendrás una salud de hierro y no nos pegarás sustos tan grandes como los que le pegábamos nosotras a tu abuela, pero serás tan rebelde como tu madre y preferirás mil castigos antes que quedarte quieto.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Serás feliz y muy afortunado porque si pudiera imaginarme unos padres mejores de los que tienes y un lugar mejor para venir al mundo no lo conseguiría. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Hoy te he vuelto a ver, me has mirado con tus ojos azules me has cogido de la mano y me has llevado hasta la habitación del hospital. Nos hemos quedado quietos, uno al lado del otro, sin decirnos nada siendo testigos de tu bienvenida al mundo, mientras tu madre te acunaba entre sus brazos y tú te retorcías intentando acostumbrarte a vivir en un entorno sin líquido.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Has tirado de mi pantalón y cuando me he agachado me has susurrado al oído el día en el que ocurriría todo eso y yo te he contestado riendo que más te valía que fuera verdad, que tú madre está cansada de llevarte a cuestas y yo tengo ganas de verte desde el primer día que sentí tus movimientos dentro de su tripa.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Me has sonreído con ganas, como siempre lo haces. “No se lo digas a mamá, tiene que ser una sorpresa” me has pedido mientras te alejabas y una niña pequeña se colocaba junto a mí.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Tiene la piel blanca y unos mofletes perfectos para llenarlos de besos. Me miraba con sus ojos grandes y del color del tiempo mientras extendía sus brazos para que la alzara del suelo. Su pelo es azul, del mismo color que lo tenía yo a su edad y le caen unos rizos preciosos que odiará con todas sus fuerzas cuando crezca, como hago yo con los míos. <a href="http://lh6.ggpht.com/_IZKmXT2vuSY/SkSt3SGUXzI/AAAAAAAAAS8/t0uDmtScf3E/s1600-h/Baby_Blue_by_MEGAN_Yrrbby%5B4%5D.jpg"><img title="Baby_Blue_by_MEGAN_Yrrbby" style="border: 0px none ; display: inline; margin-left: 0px; margin-right: 0px;" alt="Baby_Blue_by_MEGAN_Yrrbby" src="http://lh3.ggpht.com/_IZKmXT2vuSY/SkSt3z2DAKI/AAAAAAAAATA/tcIfjxjFn4Y/Baby_Blue_by_MEGAN_Yrrbby_thumb%5B2%5D.jpg?imgmax=800" width="187" align="right" border="0" height="261" /></a></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">La he cogido entre mis brazos y nos hemos despedido de ti que nos sonreías mientras te alejabas. Sé que no volveré a soñar contigo, que ahora es su turno, que a ti te cubriré de besos y a ella la abrazaré en sueños. Me ha susurrado al oído que ella no es mi sobrina y se ha reído con todas sus fuerzas al ver mi cara de asombro, llenando la habitación con un sonido capaz de hacer temblar al mundo.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Lucas te juro que si naces ese mismo día nunca en mi vida volveré a dudar de mis sueños y esperaré paciente a tu hermana y a tu prima, a las que como a ti, he empezado a querer antes de tiempo.</p> <p> </p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p></p> <p>---</p> <p>Imagen: <a href="http://megan-yrrbby.deviantart.com/art/Baby-Blue-100425825" target="_blank">MEGAN-Yrrbby</a></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-63868511726260659762009-05-04T07:00:00.003+01:002009-05-04T17:42:56.508+01:00Jueves: Primera parte II<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: right;"><i><u>CATALINA</u></i> </div><br /><div style="text-align: justify;"><i><b>Donde se confunden relojes con lunas…</b></i>, empezó a escribir Claudia en su cuaderno de tapas grises nada más incorporarse del banco. Siguió con su ritual semanal exprimiendo su alma sobre las páginas, tachando y reescribiendo frases sin parar. Hasta que se quedó sin palabras, entonces miró hacia el frente buscando los ojos de Marcos pero sólo encontró el vacio. Marcos no había venido aquella tarde.<br /></div><br /><div style="text-align: center;"><b>- - - </b></div><br /><div style="text-align: right;"><i>-¿Por qué has hecho eso Cata?, ¿Por qué Marcos no ha ido al parque?</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />Preguntó Miguel interrumpiendo su lectura y suplicando con los ojos que le mintiera, que le contara una excusa, que le diera una respuesta que no le hiciera daño en el orgullo, una que en realidad, sabía que no iba a escuchar nunca.</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />-Porque Marcos tiene miedo, tiene miedo de lo que Claudia pueda enseñarle, porque sabe que es más joven y eso le asusta, le asusta que le den lecciones, porque él siempre ha tenido todo bajo control y nunca se le ha escapado nada, aunque en el fondo lo que más le asusta es…</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />Y no pudo continuar porque Miguel se abalanzó sobre ella para callar ese sermón que se le estaba clavando en el alma y que no podía soportar escuchar. La besó, la besó como si no la hubiera besado nunca, como juró que nunca besaría a nadie, como estuvo a punto de besarla el día que la conoció escribiendo en aquel banco de aquel parque.</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />Catalina se dejó, se dejó callar y se dejó querer entre sus brazos como hacía cada jueves hasta que cayeron rendidos encima de las sábanas. Catalina no hablaba, miraba por la ventana caer el sol sobre Madrid mientras se preguntaba cómo demonios había llegado hasta ahí. En qué momento se había olvidado de ella misma, cuando dejó de importarle.</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />Estaba cansada, lo sentía, se lo gritaba el alma, estaba cansada de los juegos, de las mentiras de todas las excusas que había escuchado y de todos los reproches que escupía por cada una de ellas, como un veneno que no puedes guardar dentro porque sabes que acabará pudriéndote el alma.</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />Pero en el fondo, en el fondo catalina quería a miguel como no había querido nunca a nadie. Y por mucho que escuchara cada noche una voz dentro de ella diciéndole que se alejara, que se salvara ahora que estaba a tiempo, ella siempre tragaba saliva y miraba hacia otro lado.</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />Porque no hay nadie más sordo que el que no quiere escuchar ni lo que le grita su propia alma y porque hacía mucho tiempo que se le había hecho demasiado tarde para salvarse.</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />-¿Dónde vas?-le preguntó Miguel mientras trataba de retenerla a su lado.</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />-Quiero volver a empezar, no me gusta lo que he escrito- dijo mientras tachaba con una cruz las tres últimas páginas.</i></div><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: center;"><b>- - -</b><br /></div><br /><div style="text-align: justify;">Claudia tiene los ojos grises y quizá por eso ve el mundo de un color que nadie entiende, o al menos eso es lo que siempre ha creído. Ella dice que ve las cosas a medio color, como si le faltara un trozo como si se lo dejara perdido allá por donde pisa. Por eso se pasa la vida buscando todo lo que cree que ha olvidado por el camino.</div><div style="text-align: justify;"><br />Claudia está buscando algo y aunque aún no sabe muy bien que es, vive exclusivamente para encontrarlo. Sus ojos grises no la ayudan demasiado, pero ella no se rinde y da un paso más cada día para ganar pequeñas batallas.<br /><br />Excepto los jueves. Todos los jueves Claudia se concede un descanso, se olvida de todo y va al mismo parque y al mismo banco sin importar nada más. Se tumba y mira al cielo hasta que se le deshacen las pupilas, entonces se incorpora y escribe sus cuentos. Tiene cientos de cuadernos, todos grises, llenos de historias. Algunas no pueden leerse porque el agua de la lluvia borraba las palabras a los poco segundos de ser escritas. Otras cuestan demasiado esfuerzo porque hay millones de rayas tachando párrafos enteros.<br /><br />Cuando termina, cierra el cuaderno y lo guarda, nunca lee lo que ha escrito porque no siente que le pertenezca. Se levanta y vuelve a su vida, a sus luchas, a sus victorias y a sus pequeñas batallas.<br /><br />Claudia quizá no sabe lo que está buscando pero está segura de que cuando lo encuentre sabrá reconocerlo al instante. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Sfwr-JALKRI/AAAAAAAAAS0/nIPP48mIT4U/s1600-h/ojogris.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img src="http://2.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Sfwr-JALKRI/AAAAAAAAAS0/nIPP48mIT4U/s320/ojogris.jpg" border="0" /></a> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b>- - - </b></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: right;"><i>-¿Qué es lo que necesita encontrar Claudia?<br />-Al dueño de sus cuentos.</i></div><div style="text-align: left;"><b>Imagen: </b>Autor desconocido<br /></div>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-5055645500090371852009-04-29T20:11:00.003+01:002009-04-30T17:13:29.855+01:00todo Lo que nunca te digo<p><b><i></i></b></p> <p><b><i>(Y que te debería decir)</i></b></p> <p>Nunca te digo que cada vez que me pasa algo y me miras con esos ojos puedo ver toda la preocupación que encierran tus pupilas. Que es entonces cuando empiezo a sentirme mejor, que consigues con una mirada que me sienta a salvo en el mundo. </p> <p>Tampoco te digo que tengo miedo de que llegue el día en que se nos acaben los temas, o las risas, o los secretos, o nuestras claves. Que me alimento a diario de ellos y que en mi mente no concibo un mundo en el que no aparezcan de forma natural y pasen a formar parte de nuestras vidas.</p> <p>Que me encanta que pueda contarte mis locuras y que me quieras más por todas ellas, que disfruto del sonido de tu risa cuando te las digo y el brillo de tus ojos que ilumina toda tu cara. Que me gusta que llegues a casa lleno de besos… <b></b></p> <p><b><i></i></b></p> <p><b><i>(Y que me los regales todos)</i></b></p> <p>Tampoco te digo que cada vez que he tenido que separarme de ti me he tenido que obligar a hacerlo, que cada km se me ha clavado por dentro, que nunca me ha dolido tanto nada y que nunca he tenido tanto miedo. </p> <p>Y no te digo que lo que me duele de la distancia no es no verte, si no que haya sido demasiado grande y demasiado tiempo, que cuando volvamos a encontrarnos algo haya cambiado y pueda perderte…</p> <p><b><i>(Pero que cuando me abrazas de nuevo, se para el tiempo) </i></b></p> <p>No te digo que desde que estoy contigo el <i>dónde</i>, el <i>cómo</i> y el <i>cuándo</i> ha pasado a un segundo plano y ahora sólo me importa el <b><i>con quien</i></b>. Y que ese con quien eres tú porque no podría ser de otra manera.</p> <p>Ni siquiera sabes que aquella noche en aquel bar me abrazaste por la espalda y me besaste el pelo y desde entonces, no ha pasado un día en que no haya cerrado los ojos y haya vuelto a sentir el roce de aquellos labios. Que supe que me había enamorado de ti el primer día que soñé contigo y que ya nunca paré de hacerlo…</p> <p><b><i>(Y que cada noche cierro los ojos y te veo)</i></b></p> <p>Nunca te he contado que desde el primer día que dormí contigo supe que no podría volver a dormir bien sola, que cuando lo hago tardo más tiempo en conciliar el sueño y que me paso la noche entera estirando el brazo para buscar tu cuerpo.</p> <p>Ni siquiera te imaginas que cuando me conociste tenía el corazón tan roto que me había dado por vencida, que has sido el único que ha conseguido curarlo del todo aunque sé que ni siquiera eras consciente de que lo estabas haciendo.</p> <p>Ni que últimamente eres una de las pocas cosas que me hacen sonreír y que consiguen atarme al mundo sin dejarme perder mis sueños. Ni que todos mis sueños los tengo gracias a ti porque has hecho que tenga ganas de alcanzarlos…</p> <p><b><i>(Que fuiste la persona que hizo que volviera a escribir)</i></b></p> <p>Que pienso que todas las cosas que a mí me gustan y que tú odias en vez de separarnos nos complementan. Y que las que tenemos en común nos hacen estar más cerca. Ni te digo que me encanta pasar el tiempo contigo, que me encanta hacer planes para el futuro porque sé que tú vas a estar en él.</p> <p>Que sé que iremos a todos esos sitios en los que no hemos estado juntos y con el tiempo volveremos a aquellos que nos gustaron tanto, que te llevaré a Londres y te enseñaré el trozo de mi vida que me dejé en cada una de sus calles… </p> <p><b><i>(Porque me debes (y yo a ti) todas tus promesas)</i></b></p> <p>No te digo que me gusta que leas todo lo que escribo y que a la vez, respetes mi vergüenza sin cuestionarla y permanezcas en silencio. Ni que sé que leerás esto y al llegar a casa no dirás nada pero me llenarás de besos y se te escapará un gracias.</p> <p>Ni que no podría vivir sin tener esos rincones dispersos por el mundo que son sólo nuestros. Esos que nadie entiende porqué son especiales, pero que cada vez que los pisamos nos llenamos de recuerdos. </p> <p>Que Montbenon dejó de ser sólo un parque hace mucho tiempo, que el Leman y los Alpes son más bonitos cuando los veo contigo cogiendo mi mano. Que vaya donde vaya, por muy lejos que esté, me he dejado un poco de mí en cada uno de ellos…</p> <p><b><i>Y que si quieres encontrarme es exactamente aquí dónde te espero.</i></b></p> <p><a href="http://lh3.ggpht.com/_IZKmXT2vuSY/SfimaDI6s4I/AAAAAAAAASs/RHt8OCaxjp0/s1600-h/DSC0278625.jpg"><img title="DSC02786[2]" style="border-width: 0px; display: block; float: none; margin-left: auto; margin-right: auto;" alt="DSC02786[2]" src="http://lh3.ggpht.com/_IZKmXT2vuSY/SfimaucQRKI/AAAAAAAAASw/4s27mo55suY/DSC027862_thumb3.jpg?imgmax=800" width="380" border="0" height="290" /></a></p><p>----<br /></p><p>Imagen: <a href="http://www.safecreative.org/work/0904283151124" cc="http://creativecommons.org/ns#" rel="cc:license"><img src="http://i40.tinypic.com/ezops8.jpg" style="border: 0pt none ; width: 98px; height: 30px;" alt="Safe Creative #0904283151124" /></a></p><p><br /></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-89458770240385504912009-04-27T16:08:00.002+01:002009-04-27T16:10:26.430+01:00Jueves: Primera parte<p align="right"><em><u>CLAUDIA</u></em></p> <p style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;">Las palabras llegaron, como si tal cosa, cuando dejó de buscarlas</span>, sonrió al cielo y se incorporó sentándose en el banco. Abrió su cuaderno gris y empezó a escribir con fuerza. Tal y como siempre hacía porque a ella nunca le gustó escribir con un teclado, con un teclado las palabras nunca venían para quedarse.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">No sabía sentarse delante de un ordenador en una habitación cerrada, prefería escuchar al viento susurrando en su oído todo lo que necesitaba escribir. Le gustaba equivocarse mil veces y tachar con una raya lo que no encajaba en su cuento. Con un teclado no podía hacer eso. Con un teclado borras y empiezas de nuevo olvidando tus errores, como si no fueran importantes, como si no te ayudaran a hacer mejor las cosas. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Él la miró desde lejos y la observó paciente, regodeándose en aquel ritual prohibido, saboreando cada segundo a solas con su silueta perfecta. Ella tenía esa belleza natural e inconsciente que es incapaz de pasar inadvertida. El pelo cayendo sobre sus hombros y su cabeza agachada le daba un aspecto mucho más misterioso. Se inclinaba sobre el cuaderno con una fiereza brutal, mordiéndose el labio, como si en el fondo le molestara la velocidad a la que escribía. Permanecía en una especie de trance perfecto, y cualquiera habría jurado que no era ella la que escribía, que había alguien más mandando sobre el bolígrafo, llenado las páginas de su cuaderno gris.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Era joven, lo decía su cuerpo, entre los veinte y los veinticinco, no más. Pero sus gestos, sus movimientos, hasta la luz de sus ojos te gritaban lo contrario. Parecía que había vivido demasiado, que había visto demasiadas cosas.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">De repente paró, levantó la cabeza y clavó los ojos en él como si supiera que la estaba observando desde hacía un rato, como si lo hubiera sentido desde el principio. Le dirigió una sonrisa divertida y volvió a bajar la vista al cuaderno, aunque esta vez escribía sin prisa, le estaba esperando.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">-¿Cómo te llamas?- le preguntó sin ni siquiera mirarle cuando le sintió sentarse a su lado.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">-Marcos- respondió a sus ojos grises asumiendo su derrota, había subestimado su juventud demasiado pronto. Ella poseía el instinto de los ganadores, de los que saben que tendrán éxito en cualquier cosa que se propongan, Marcos se rindió, ahora le pertenecía.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">-Te he escrito un cuento, Marcos- dijo arrancando las hojas y firmando al final de la última.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">-Claudia…-leyó él- Y dime Claudia ¿cómo has podido escribirme un cuento si ni siquiera me conoces?</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">-No necesito conocerte para escribirte un cuento, sólo necesito que sea el cuento el que te conozca a ti- dijo sosteniendo su mirada- Son los cuentos los que nos eligen Marcos.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Sonrió, sonrió por dentro porque le sabía cazado y sonrió porque había sido demasiado fácil aunque lo cierto, es que sonrió demasiado deprisa porque no sabía lo que vendría después, no sabía dónde se estaba metiendo.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Se levantó de un salto y metió su cuaderno gris en su bolso mientras Marcos leía ensimismado la primera frase de aquel cuento.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">-¡Espera!</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Ella frenó en seco y se giró mientras andaba de espaldas y seguía sonriendo.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">-¿Sabes? me gusta venir a escribir aquí, Marcos. A esta hora, todos los jueves, es el día en que las palabras vienen solas.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Y giró de nuevo, se alejó dejándole en el mismo banco donde había estado minutos antes, tumbada, mirando al cielo, buscando cuentos.</p> <p><a href="http://lh5.ggpht.com/_IZKmXT2vuSY/SfXKapTxOUI/AAAAAAAAASk/MVP_xhPnBDQ/s1600-h/jueves%5B6%5D.jpg"><img title="jueves" style="border: 0px none ; display: block; float: none; margin-left: auto; margin-right: auto;" alt="jueves" src="http://lh5.ggpht.com/_IZKmXT2vuSY/SfXKbZbODrI/AAAAAAAAASo/lshFX_mfPaM/jueves_thumb%5B4%5D.jpg?imgmax=800" width="465" border="0" height="320" /></a> </p> <p align="right"><span style="color:#161616;"><strong><em>-Es perfecto Cata- dijo abrazándola por la espalda y besando su pelo</em></strong></span></p> <p align="right"><span style="color:#161616;"><strong><em>-Eso es porque no es del todo cierto - pensó para ella, mientras acariciaba con las yemas de los dedos el dibujo que Miguel acababa de darle.</em></strong></span></p> <p>----</p> <p>Imagen: Autor desconocido</p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-58475914051229723782009-02-23T16:57:00.009+01:002009-04-27T16:23:05.210+01:00Jueves<div style="text-align: left;"><br /></div> <p align="right"><i><u>EL PRINCIPIO</u></i></p> <p style="text-align: justify;">- <strong>Los conserjes de noche cuidan de los hostales</strong> y todas las camareras…</p><div> </div><p style="text-align: justify;">- ¿Qué dices?</p><div style="text-align: justify;"> </div> <p style="text-align: justify;">- Canto- Respondió al mismo tiempo que se giraba de un salto y le dejaba ver su sonrisa-¿por qué no salimos de aquí? -Le preguntó mientras trepaba por la cama hasta llegar a su altura- ¿Por qué no damos un paseo? ¿por qué no vamos a algún sitio? –Continuó preguntando casi suplicando con esa mueca tan divertida.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Él sonrió y dio un sorbo a su copa ahogando en ella todas sus excusas, ella las sabía y no necesitaba escucharlas. Catalina ahogó un suspiro cambió su rostro y dejándose caer sobre su pecho volvió a mirar por la ventana como caía la lluvia.</p><div style="text-align: justify;"> </div> <p style="text-align: justify;">- A mí me gusta la lluvia Miguel, a mi no me da miedo mojarme.</p><div style="text-align: justify;"> </div> <p style="text-align: justify;">Por supuesto que no le daba miedo mojarse tenía un miedo mucho mayor que ese, que él la dejara, que la apartara de su vida como apartó a todas las demás, que volviera con su mujer como siempre hacía. Que desde sus veintitrés años hasta los cuarenta y cinco de él hubiera una distancia demasiado grande, de esas que no se pueden salvar y acaban separándote antes de que te des cuenta. Ese era el miedo de Catalina, el que no la dejaba dormir por las noches ni respirar por el día.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Miguel dio un sorbo largo a su copa y la dejó sobre la mesilla sin dejar de acariciarla el pelo</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">- Cata, ya sabes que…</p><div style="text-align: justify;"> </div> <p style="text-align: justify;">- Que tengo que irme, lo sé- dijo levantando la barbilla para poder mirarle a los ojos.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Se levantó despacio y empezó a vestirse al mismo ritmo obligando a su cuerpo que se negaba a marcharse, evitando mirarle de frente, no quería llorar antes de tiempo. Se mordía los labios para impedir que hablaran, mantenía la barbilla alta para no mostrar lo derrotada que se sentía por dentro. Él la observaba desde la cama</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">- Catalina…</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">- ¿Sí?- le preguntó ella adoptando una postura dominante con los brazos en jarras como si no le importara lo que él fuera a decirle</p><div style="text-align: justify;"> </div> <p style="text-align: justify;"><i><strong>(Me gustaría que te quedaras)</strong>, </i>pensó pero no lo dijo, agachó la cabeza y se levantó de la cama se acercó a ella y la besó para poder callar de esa manera cualquier reproche que fuera a salir de sus labios. En el fondo de su alma sabía que era diferente, que ella era distinta que se había enamorado el primer día que la vio aunque no pudiera aceptarlo.</p><div style="text-align: justify;"> </div> <p style="text-align: justify;"><i><strong>(Pídeme que me quede),</strong></i> suplicó ella en silencio mientras sentía el sabor del whisky inundando su boca. No podía respirar otra cosa, él tenía ese efecto sobre ella. <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SfXDv5Iy13I/AAAAAAAAASA/EsmdYLftRCE/s1600-h/Gothic_Lolita_2_by_MissTake1989.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 225px; height: 400px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SfXDv5Iy13I/AAAAAAAAASA/EsmdYLftRCE/s400/Gothic_Lolita_2_by_MissTake1989.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5329380961621825394" border="0" /></a>Dejaron de besarse lentamente como si fueran dos marionetas que alguien se ha aburrido de manejar en un escenario olvidado y se abrazaron sin poder mirarse. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">- Voy a escribir un cuento- (<em><strong>el nuestro)-</strong></em> añadió sólo para ella- y tú harás los dibujos.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">- ¿Y cómo lo llamarás?</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">- Lo llamaré Jueves.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Él asintió comprendiendo y la besó el cuello cerrando el trato sin palabras. Se separaron despacio hasta el próximo jueves, como cada semana. Se despidieron en la puerta mirándose sin prisa, los ojos de Catalina brillaban, los de él se rendían.</p><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: left;">Imagen:<a href="http://misstake1989.deviantart.com/" target="_blank">MissTake1989</a></p><div style="text-align: right;"><a href="http://misstake1989.deviantart.com/" target="_blank"> </a></div>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-79588850981464994122009-02-16T15:34:00.005+01:002009-02-16T15:43:50.788+01:00El veneno del alma<div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold; font-style: italic;">Los países enfermaron de guerra y comenzaron a vomitar sangre</span> que salpicaban sin compasión a todo aquél que como yo, fuimos a encontrarnos con la muerte.<br /><br />La mirábamos día tras día a la cara hasta que nos quemaban las pupilas bajo las lágrimas, hasta que por nuestro propio bien aprendimos a no mirarla. Dejamos también de oír los gritos, de oler el miedo y de sentir las muertes. La culpa se hizo a un lado y sobrevivimos vacíos por dentro con nuestros sentidos perdidos en algún lugar de aquél infierno. Hasta el día que acabó todo, el día que ya no quedó nada y volví al abrigo de esta casa donde tú me esperabas.<br /><br />Pero la verdad es que la sangre que me salpicó me envenenó de guerra y desde entonces cada noche cierro los ojos y regreso. Mis ojos ven la súplica en la mirada de los niños que ignoré en su día. Me miran con los ojos vacíos y su madurez me asusta. La culpa ha vuelto y me reclama.<br /><br />Me traslado al infierno, siento en mi piel el calor y en mi conciencia el peso de mi arma. Respiro el olor ácido de la sangre y la metralla. Me abro paso entre los edificios que más que alzarse sobre el suelo parecen ser basura escupida por el cielo que cayó de cualquier manera sobre el negro asfalto.<br /><br />El asfalto, la tumba de muchos que no tuvieron mejor sitio donde caerse muertos. El suelo donde vivieron el fin de sus días. El mismo que los otros, los supervivientes miran ahora al pasar rezando y recordando a todos aquellos que se hundieron allí mismo, en un día maldito.<br /><br />Mis rodillas se doblan, mi sudor se resbala, mis dedos vuelven a tocar aquella tierra escarlata y de nuevo siento el dolor que me causa el veneno al traspasar mi piel. Ahora corre por mis venas, está en todas partes no hay nada de mí en este cuerpo, no queda nada sano. La guerra me enfermó el alma y por mucho que lo intentes nunca conseguirás curarla.<br /><br />Por eso me lo llevo. Me llevo mí veneno a un lugar donde no te pueda hacer daño, lo entierro en el suelo donde no pueda alcanzarte. Seguramente no lo entiendas pero cada noche la guerra me visita, me susurra al oído con su aliento helado y se alimenta de mis entrañas. Ella, la guerra, me reclama. No puedo seguir acostándome a tu lado y que llegue el día en que tú también la oigas.<br /><br />Sé que rezaste para que volviera, que viviste tu propio infierno, que sólo fuiste feliz el día en que volví al calor de esta casa. Pero aunque no lo creas, nunca lo hice, mis pies nunca atravesaron la puerta, nunca volví a casa. Lo cierto es que desde entonces en aquel asfalto también yace mi alma.<br /><br /><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SZl6CgQJWOI/AAAAAAAAAPI/CY_PMCYG0_A/s1600-h/Hanged_man_by_Fikmonskov.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 268px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SZl6CgQJWOI/AAAAAAAAAPI/CY_PMCYG0_A/s400/Hanged_man_by_Fikmonskov.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5303404219641452770" border="0" /></a><br />Imagen: <a href="http://fikmonskov.deviantart.com/">Fikmonskov</a>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-26979546066795331592009-02-05T23:50:00.005+01:002009-02-06T01:49:51.945+01:00Tu silla vacía<div style="text-align: justify;">Hace tiempo que no puedo hablar contigo sin que me cortes porque tus oídos no alcanzan a escuchar mis palabras, por eso estoy aquí ahora escribiéndote esto.<br /><br />Tenías cáncer y te morías, veía a la muerte cada tarde sentada a tu lado dejándote sin fuerzas. Esperaba su momento y se frotaba las manos mientras yo evitaba mirarla de frente. Acababa de enterrar a un abuelo, no podía enterrarte a ti también<br /><br />Has sido el mejor enfermo que he conocido en mi vida, empezaste a ver esperanza cuando pensé que ya lo ibas a dar todo por perdido, recuerdo ahora aquella <a href="http://elrincondesharon.blogspot.com/2008/04/cuando-el-gris-aparece-de-nuevo.html">conversación</a> en el jardín cuando me pedías que dejara a la muerte hacer su trabajo. Pero renaciste, porque una persona como tú no se sienta a ver la vida pasar de largo, yo lo celebré en silencio, una cosa es que el cáncer acabe contigo y otra que te convierta en aquello que nunca fuiste.<br /><br />Te sometiste a todo el proceso sin protestar, te sentabas durante horas mientras te metíamos veneno en las venas y en vez de quejarte se te caían las lágrimas por el chico que estaba sentado a tu lado. Con tu fuerza y tus ganas de vivir te colaste en ese uno por ciento que se curaba, te reíste en la cara del cáncer como sólo tú sabías reírte de las cosas. Luchaste y ganaste, luchaste hasta que te quedaste sin fuerzas.<br /><br />Pero a los tres meses volviste a perder, el tumor volvió con más fuerza que antes sin darte tiempo a recuperarte. Tampoco entonces perdiste las ganas, sentado en tu silla te tomabas todas las medicinas aun sabiendo que no eran para curarte, te agarrabas a la vida como no he visto agarrarse a nadie y al mismo tiempo, te convertiste en un ser indefenso. Parecías un niño que sólo quería que le quisieran y le dieran besos y caricias.<br /><br />Nunca perdiste la sonrisa, ni el humor, nos contabas chistes y andabas por la casa con tu andador mientras te iba creciendo el pelo. Comías sin ganas y agradecías con toda tu alma un minuto de compañía. De nuevo luchaste, siendo consciente de tus posibilidades, exprimiendo los segundos entre tus manos y aunque te parezca que no, ganaste de nuevo. Yo soy humana y cobarde y nunca perdí la esperanza porque la alternativa me daba demasiado miedo. No podía aceptar que no ibas a estar más en el mundo, que llegaría el día en que tu silla de la cocina estuviera vacía.<br /><br />Eres mi papá, yo nunca pude llamarte abuelo y eso es algo que nunca podré pagarte. Todos los recuerdos de mi infancia los tengo contigo, cada tarde de mi vida la pasé en tu casa. Jugando y haciendo los deberes me ayudaste a convertirme en la persona que soy ahora. Me cuidaste, nunca dejaste de estar pendiente de mí aun cuando estaba muy lejos. Tus peores miedos eran que cualquiera de nosotros sufriéramos y siempre que lloraba tú me abrazabas y me obligabas a parar porque tus lágrimas también resbalaban por tu cara sin remedio.<br /><br />La última vez que te vi consciente me miraste con los ojos vacios y no fuiste capaz de reconocer mi cara, el cáncer que había conseguido dejarte sin fuerzas te estaba dejando sin memoria. No te despediste de mí, no quisiste despedirte de una extraña, el “no” rotundo que salió de tus labios me rompió el alma. Mientras me arrastraba hacia la puerta supe que te estaba enterrando en vida, que esa sería la última vez que te vería, la última vez que me hablaras. No me equivoqué, a los quince días volaba de vuelta a España.<br /><br />Y a pesar de que te estabas muriendo, de que se cumplió tu mayor temor en la vida, no poder respirar, que te faltara el aliento, seguiste luchando con todas tus ganas. Esperaste a que yo llegara y nunca podré dejar de darte las gracias. Gracias papá por dejarme despedirme de ti como sólo tú te merecías, porque aunque nunca más me miraste, sé que cuando apretabas mi mano, sabías que era yo la que la estaba cogiendo.<br /><br />Pensé que no podría volver a hacerlo, que no podría volver a sentarme a ver morir a alguien, que con una vez en mi vida era suficiente. No me equivoqué, no tengo perdón y lo sé y no sabes cuánto lo siento. Mientras estaba a tu lado, acariciándote la mano rogaba a quien quisiera escucharme para que murieras, para que dejaras de sufrir, nadie se merece eso. Pero cuando dejé de escucharte, cuando tu ronquido no inundaba el ambiente y se hizo el silencio, no pude evitarlo. Cerré los ojos, supliqué para volver a oírte de nuevo, te apreté la mano esperando tu respuesta y al no obtenerla te solté y salí corriendo.<br /><br />Me pudo el miedo, te deje solo, te deje morir solo, a pesar de que si hubiera sido al revés tú nunca lo habrías hecho. Me habrías apretado la mano para que no pasara miedo. Habrías llorado mi muerte sobre mi frente y no en un rincón con los puños apretados, con el alma escociendo de dolor, de rabia y de vergüenza como lloré yo la tuya. Desde entonces sigue escociendo y me temo que nunca dejará de hacerlo. Perdóname tú papá, como me lo has perdonado siempre todo, porque yo nunca tendré fuerzas para hacerlo.<br /><br />Ahora cada vez que entro en tu cocina y veo tu silla vacía me pongo a temblar y se me rompe algo por dentro. Yo no puedo vivir en un mundo en el que me faltes tú, por eso, desde el lunes no te veo pero te siento. Sé que estás aquí, ahora, conmigo, que me abrazas y me pides que deje de llorar mientras tus lágrimas resbalan por tus mejillas acompañando a las mías. Sé que estarás siempre, que cada vez que lo necesite volveré a oír tu voz diciéndome “no te preocupes hija, que aquí está tu abuelo para solucionártelo todo”<br /></div><br /><a href="http://www.safecreative.org/work/0902052525701" cc="http://creativecommons.org/ns#" rel="cc:license"><br /></a>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-29114838306990595182008-09-17T11:09:00.002+02:002009-04-27T15:47:00.338+01:00Sous mes draps<p style="text-align: justify;">Hoy mi cama te sueña vacía, otra vez. Sola, abrí los ojos y observé sobre la almohada la ausencia que gimieron anoche mis lágrimas, la huella de mi cuerpo buscando el tuyo dibujada en el lienzo blanco de las sábanas.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Te he dejado olvidado en otro colchón a kilómetros de distancia del mío. Ese que un día los dos compartimos, el que fue nuestro mundo antes de que yo saliera por la puerta y perdiera todas mis cosas en tu cama.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Perdí tus abrazos, tus besos, tus labios, tu sabor en mi saliva, tu olor en mi piel. Perdí todos los te quiero que susurrabas a mi oído haciéndome cosquillas con tu voz, tu mano cogiendo la mía mientras duermo, tus caricias para despertarme de mis pesadillas, tu respiración en mi cuello, tus dedos dibujando formas en mi piel, perdí tu voz dándome los buenos días y tus besos dándome las buenas noches. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Junto con todas esas cosas, muchas de las mías dejaron de tener sentido, se conservan inútiles en mi cuerpo, llorando sus defectos, buscando acabar con la deformidad que encierra su forma si les falta la tuya. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Mi sonrisa, por ejemplo, muere cada mañana en mi boca al no obtener tu respuesta. Guardo mis besos en mis labios porque no encuentran los tuyos para recogerlos. Mi nariz ha dejado de respirar el aroma de tu cuerpo, mis manos se abrazan a la almohada buscando desesperadas que recibas sus caricias. Mis ojos no se iluminan porque ya no te ven, mi cuerpo ya no se mezcla con el tuyo. Mi cabeza no descansa sobre tu pecho, mis dedos no se enredan entre tus rizos y mi piel tiembla de frío cada noche porque la tuya no está para arroparla. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Pero el día que me fui no lo perdí todo, me llevé lo que pude para que mi marcha no hiciera tanto daño, para que tu ausencia no me doliera tanto. Las guardé entre mis brazos para después colocarlas una a una sobre mi cama, las cubrí con la sábana y cada noche sueño sobre ellas y las acaricio con las manos.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Sueño tu voz cuando sonríes, la forma en la que tu sonrisa nace en tus labios cuando ves la mía. Sueño tus ojos mirando firmemente mis pupilas. Tu infinita paciencia ante mis miedos, tu lucha por acabar con ellos, la forma en que consigues que confíe en mí misma cuando yo ya he perdido toda esperanza. Sueño cada una de las palabras que me has dicho, tus dedos secando mis lágrimas. Sueño con el color de tu risa, el sonido de tus labios, las caricias de tu mirada y el sabor de tus manos, sueño todas y cada una de las cosas que nos hacen parecernos tanto, todo lo que tenemos en común y lo que no. Sueño con tu forma de quererme, de cuidarme, con todo lo que me has<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SfXE-bDLsGI/AAAAAAAAASI/oTLcrEhOHb4/s1600-h/bed_by_teressia.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 400px; height: 301px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SfXE-bDLsGI/AAAAAAAAASI/oTLcrEhOHb4/s400/bed_by_teressia.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5329382310754889826" border="0" /></a> hecho sentir, con todo lo que guardo en mi memoria. Y me despierto con la forma en que todo mi mundo se desploma cada vez que un te quiero se escapa de tus labios.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Puede que mi cama no lo sea, puede que esté en otro sitio, en uno en el que se respira tu olor entre las mantas, en el que no existe la ausencia de tu cuerpo, en el que hay un hueco para el mío debajo de las sábanas. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><strong><span style="font-size:85%;">Imagen: </span></strong><a href="http://teressia.deviantart.com/art/bed-42000363" target="_blank"><strong><span style="font-size:85%;">Teressia</span></strong></a></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"> ****</p><div style="text-align: justify;"> <blockquote> <p> (Feliz cumpleaños :) )</p></blockquote></div>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-67693494345319773702008-09-15T16:40:00.002+02:002009-04-27T15:49:14.758+01:00My love in the bin<div style="text-align: justify;"><br /></div><p style="text-align: justify;">Hoy después de muchos días de obligado alejamiento de internet y sobre todo de los blogs, los seguros de daños, la ley del contrato de seguros y la de ordenación y supervisión de los seguros privados han podido con mi paciencia y mi fuerza de voluntad.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Me podría arrepentir pero no lo hago porque:</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">1. El derecho del seguro puede con la paciencia de cualquiera, sobretodo con alguien que como yo, con el tiempo se ha vuelto redomadamente tonta para estudiar letras y prefiere los números por encima de todas las cosas.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">2. Leer la entrada de <a href="http://quintaavenida727.blogspot.com/">Sara</a> me ha hecho recordar otros tiempos…</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">He recordado cuando mi padre se pasaba las tardes delante de mi cama enseñándome a leer con ese libro que todavía guardo en mi mesilla. Tenía cuatro años, no podía jugar sin ponerme a toser y pensó que los libros eran lo único que podría entretenerme. El problema fue que con tanto tiempo para leer me quedé sin cuentos en seguida. Así que empecé a escribirlos yo, en esa máquina de escribir con esas teclas tan duras que aporreaba durante tardes enteras aunque luego mi dedo sufriera las consecuencias. El día que la tuve que tirar a la basura lloré un montón, por mucho que me gustara mi ordenador nuevo y por mucho que las teclas fueran más blandas, nunca sería igual que mi máquina de escribir.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Escribí cientos de cuentos, todos pasaban por las manos de mi padre y de mi madre y fue esta última quien se encargó de guardarlos hasta que empecé a hacerlo yo. Ahora tengo carpetas enteras llenas de relatos infantiles absurdos que nunca verán la luz porque no puedo volver a leerlos sin que me arda el alma de vergüenza.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">El último cuento que le enseñé a mi madre lo escribí con diez años, recuerdo su cara de estupefacción mientras me preguntaba repetidas veces que si lo había escrito yo sola. Después de enfadarme y de jurarle que sí que lo había hecho, ella hizo algo que no la perdonaré en la vida y que me hizo castigarla para siempre sin volver a leer nada que haya escrito yo.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Reveló mi secreto a lo que para mí, en ese momento, era el mundo entero. Se lo enseñó a mi tío, el escritor, mi ídolo, sin decirle quien lo había escrito. Cuando mi madre me devolvió el cuento lo encontré llenó de anotaciones al margen, círculos y subrayados. Al final había escrito la que sería mi primera crítica literaria, hizo un análisis de todos los elementos que formaban lo que él calificaba como “obra maestra” (por mucho que yo lo considere uno de los cuentos más absurdos que hay en este mundo). Pero mi madre no conforme con eso, habló con mi profesora porque seguía dudando que una niña de diez años hubiera escrito algo así.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">En ese momento me sentenció de por vida, o al menos eso me pareció a mí, entonces tenía diez años y mi mundo era muy pequeño. Pasé a convertirme en “la niña que sabe escribir”. Yo que nunca había destacado en nada, a parte de compartir mi titulo de empollona con una docena de niñas, de repente me conocían y eso me mató por dentro.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Escribir dejó de ser algo bonito para ser mi peor martirio, me obligaban a escribir cosas para las que no tenía ni tiempo ni ganas. Cuando tenía trece años mi profesora de lengua y literatura organizó un concurso, había que escribir una poesía y había que presentarse sí o sí. Menos yo, que no participaría en el concurso, no habría premio para mí. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">En realidad era una buena oportunidad, era la oportunidad que yo había estado esperando. Tenía la convicción de que si era la única persona de todo el colegio que escribía no era porque fuera la mejor, si no porque el resto no se molestaba en competir con alguien al que creían perfecto (por muy lejos que esté y haya estado siempre de serlo).</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Pero me presenté porque era la única vez en mi vida que me presentaría a algo porque quería hacerlo y la única que no me darían la importancia absurda y vergonzosa que me daban y por culpa de la cual mi madre sigue soportando su castigo.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Por aquel entonces yo estaba enamorada. Y no, no era un amor para no tomarse en serio como hace la mayoría de la gente con el amor adolescente. Precisamente por eso, porque era adolescente era, si cabe, el más importante, el primero, el puro, el que ama sin esperar nada a cambio y se entrega sin contemplaciones porque todavía nadie lo ha roto en pedazos.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Pero como la mayoría de esos amores era un amor imposible, cosa que me hacía sentirlo con más fuerza. Yo era una bomba de sentimientos a punto de explotar y no encontré mejor forma de hacerlo que en esa poesía.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">El problema era que tenía que camuflarlo, bajo ningún concepto permitiría que se descubriera el protagonista de esa historia. Por eso dejé que fuera mi amor el que hablara en ese poema. Empezó presentándose, contaba su historia, asumía en cada palabra la imposibilidad de su existencia y la eminencia de su muerte. Era una confesión, un grito desesperado de impotencia. Recuerdo que terminaba despidiéndose, llorando su propia muerte pues sabía que, como todos los amores adolescentes, moriría en el olvido y le daba las gracias a él por haberle dado la vida pese a todo lo que sufría al vivir.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Era una poesía desgarradora, era mi propio corazón encogiéndose por el dolor más intenso que había conocido. Pero no rimaba, y no rimaba porque yo no quise que lo hiciera, mi amor era imperfecto, no se podía dividir en párrafos ni cantar con rimas. Era una sucesión de líneas inconexas a las que ni yo misma podría llamar versos. Pero era poesía, siempre lo fue.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Mi profesora después de leerla me llamó para decirme que como alguien como yo podía haber escrito basura como esa. “Esto no es una poesía, son divagaciones sin rima, sin sintaxis, sin nada”. Después respiró hondo y me dijo que sería nuestro secreto, que nadie más lo sabría. La pedí mi poesía doscientas veces pero no quiso dármela, la rompió en mi cara para que dejara de hacerlo. La rogué doscientas veces más porque no había más que esa copia y cuando me iba a dar por vencida, me di la vuelta llorando de rabia intentando recuperar los trozos de la basura.</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Me costó un suspenso, un odio eterno por su parte y una tutoría con mi madre. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">En ese momento le jure la guerra al colegio, me saltaba todas las normas sin que nadie pudiera evitarlo. Mi pluma se convirtió en mi aliado, tenía que seguir escribiendo porque nadie se atrevía a tomar mi relevo. Los editoriales de la revista del colegio, esos que tenían que respetar a Dios sobre todas las cosas, fueron dados la vuelta para acabar criticando a la iglesia y sus <i>rituales antinaturales,</i> como pasé a definirlos. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Me las ingenié para no volver a sufrir la censura, lo maquillé todo con toques de lo políticamente correcto, que era lo que ellos esperaban, y me sentaba a esperar, con una sonrisa amplia y satisfecha, sus miradas de odio por el pasillo. Me convertí en lo que ellas denominaban como la reencarnación del anticristo y fui castigada permanentemente con cincos en religión aunque mis exámenes fueran los mejores de la clase.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SfXFmkqOD3I/AAAAAAAAASQ/slLztZxLBLw/s1600-h/throw_away_heart_1_by_woomonster.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 250px; height: 400px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SfXFmkqOD3I/AAAAAAAAASQ/slLztZxLBLw/s400/throw_away_heart_1_by_woomonster.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5329383000529309554" border="0" /></a></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Pero lo cierto es que perdí, por muchas batallas que ganara después, el día que ella rompió mi poesía yo perdí la guerra. No se puede ganar nada luchando sin corazón y ella había tirado el mío a la basura después de romperlo en trozos. Soy incapaz de recordarla, intenté volver a reproducirla de nuevo pero supongo que la rabia de ese momento no me ayudó en absoluto. Sólo recuerdo la última frase, un fantasma de todo aquello que de vez en cuando me devuelve a otro tiempo, a aquél en el que por mucho que doliera, disfruté del amor más incondicional de mi vida. </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><i><strong>Moriré y te perderé</strong></i></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Quiero pensar que lo resume todo, que me llevé un trozo conmigo, que al final no me lo dejé todo en la basura .</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><em><span style="font-size:85%;">Imagen: </span></em><a href="http://woomonster.deviantart.com/art/throw-away-heart-1-28664395" target="_blank"><em><span style="font-size:85%;">Woomonster</span></em></a></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-26760710629301130442008-08-26T20:31:00.003+02:002009-04-27T15:51:05.578+01:00Lo que mi alma callaba<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SfXGSjxhYhI/AAAAAAAAASY/hoAY4vqUQ4s/s1600-h/Silencio_thumb%5B7%5D.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 206px; height: 271px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SfXGSjxhYhI/AAAAAAAAASY/hoAY4vqUQ4s/s400/Silencio_thumb%5B7%5D.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5329383756205744658" border="0" /></a><br /><p><a href="http://lh3.ggpht.com/Sau1984/SLRMEk1Y3qI/AAAAAAAAAKg/xZgOi3B5-L8/Silencio%5B9%5D.jpg"><br /></a> </p> <p style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;">Desde que tengo memoria nunca he temido a la página en blanco, siempre me costó muy poco trabajo llenarla, no más de lo que mis dedos tardaran en coger el bolígrafo o en colocarse sobre el teclado. Mi corazón siempre me decía que era porque la mayor parte de mis historias las escribía mi alma y era mi cabeza quien decidía sacarlas.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;">Nunca le creí, hasta que un día el blanco de la hoja empezó a dañarme las pupilas mientras el cursor aparecía y desaparecía en un desafío macabro. Cuando alguna palabra saltaba de mis dedos para romper el paisaje inmaculado, él retrocedía sin miedo para después continuar con ese guiño cruel y continuo gritándome sin sonidos que esto no iba a tener el final por el que yo luchaba.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;">Ahora sé que mi corazón siempre tuvo razón y que nunca tuve miedo al blanco del papel, si no más bien, a leer lo que mi alma callaba.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;">Aunque no se quejaba demasiado si que es verdad que de vez en cuando la oía llorar por las noches. Lo hacía en silencio porque tenía miedo de que me despertara y la regañara. Pero la conozco muy bien y sé que en el fondo sabía tan bien como yo, que llorar tanto tiempo es de todo menos sano. </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;">Te echa de menos, empezó a hacerlo el mismo día que se despidió de ti. En realidad tuve que obligarla porque ella seguramente se hubiera quedado a tu lado. Nunca lo dijo pero sólo porque según se nos iban acabando los días yo empecé a prohibirla hablar muy alto. Ese día se rompió intencionadamente dejando un trozo de ella entre tus brazos. Desde entonces la duele y se queja, susurra constantemente a mi oído una especie de murmullo envuelto en lamento. Al principio no era mucho, yo esperaba que se terminara cansando, pero nunca lo hizo. </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;">No entendió demasiado bien mi rechazo, por eso durante un tiempo vivimos separadas, ella iba a un ritmo y yo la empujaba al mío, sólo que a veces, el cansancio de arrastrarla me podía y me ganaba todas las batallas. No sé en que momento decidió aprovechar su situación privilegiada. Decidió utilizar el vacío que quedó en mi cuerpo después de romperse para convertir ese leve susurro en un eco penetrante que ya no pasaba tan inadvertido. </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;">Poco a poco todo empezó a contagiarse. Mis movimientos cada vez estaban más cansados, mi expresión dejó de ser la que tú conociste y mis palabras morían en mi boca porque el sonido del eco no me dejaba recordar ni siquiera como se pronunciaban.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;">Hasta que un día mi corazón se quejó, nos puso a la una frente a la otra y nos obligó a mirarnos a los ojos, a que la guerra terminara. Después de muchas horas firmamos un pacto. He vuelto a dejarla hablar, a terminar con la hoja en blanco, ahora ya no hay nada que mi alma se calle. A cambio, ha decidido escucharme. La dejo llorar por las noches siempre que ella me deje sonreír por el día.</span> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">___</p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;">Imagen: autor desconocido</p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-71051289617442758542008-08-24T13:19:00.005+02:002008-08-24T13:59:14.019+02:00Mi espacio vacío<p class="MsoNormal" style="text-align: right;" align="right"><u><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >30 de Junio de 2008<o:p></o:p></span></u></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style=""><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >El buzón está vacío</span></b><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >, la publicidad acumulada en estos nueve meses junto con las cartas del banco de la última semana tiemblan entre mis dedos. Respiro hondo y cierro la puerta de un golpe, giro la llave y arranco la etiqueta con mi nombre, las próximas cartas que vayan a ese buzón ya no serán para mí.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Subo las escaleras y me meto en la habitación, también está vacía, tal y como la encontré el primer día que puse un pie en ella. Ya no tiene nada, mi ropa no inunda el armario, mis fotos no tapan las manchas de la pared, mis cosas no ocupan toda la estantería, la comida ha desaparecido del armario de la entrada, mi colonia no se respira por todas partes, incluso el baño parece más grande.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Me siento despacio en la silla y levanto la persiana, busco el Leman a lo lejos y soy consciente de que ya no volveré a verlo cuando mire por la ventana. Se acabó. Porque son así las cosas, porque todo termina acabándose.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-Tengo un regalo para ti- me dice Tomatis al mismo tiempo que me da la pegatina con mi nombre que había en mi puerta. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Camina por la habitación abriendo cajones y puertas, pasando la mano en busca de polvo mientras permanezco de pie observándole. Sé que no va a encontrar nada, todo está vacío, no queda nada de mí en esa habitación.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-¿El buzón?- me pregunta mientras entra en el baño.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-Vacio- le respondo mientras le observo pasar la mano por los azulejos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-¿El armario de la cocina?, ¿te has dejado algo?.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-No, nada, está todo vacío.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-Ojalá todo el mundo limpiara tan bien como tú, está todo perfecto- me dice sonriendo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-Gracias.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Sigue hablándome mientras rellena el formulario, me da las gracias por haber ganado a Alemania, “los alemanes ganan muchas veces, esta vez tenía que ganar España”. Trato de sonreírle pero no me sale, estoy demasiado triste. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Me da la mano, mientras me advierte que tengo que sacar las cosas del frigorífico y del congelador “los españoles lo usáis mucho” añade. Le doy la llave pero no me la coge y continúa “no, cierra por última vez, es tu casa” <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Pero ya no lo es, lo fue durante nueve meses y ahora ha dejado de serlo. Me voy a la cocina, me siento en el sofá, respiro hondo de nuevo antes de ponerme en marcha. Me quedan 16 días, 16 días en Suiza y tengo que aprovecharlos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Mientras me levanto y cojo mis últimas bolsas me doy cuenta de todas las cosas que me dejaré al salir por la puerta. Hay cosas de estos nueve meses que arrastran con ellas la palabra Cèdres. Demasiadas, quizá por eso irme de esa residencia me haga tanto daño. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-¿Quién se va?- me pregunta la señora de la limpieza mientras recojo mi taza.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-Yo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-Pero ¿para siempre?<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-Si, vuelvo a España<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >-Todos os vais- dice mirando al frente<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >La digo adiós sin demasiadas ganas, la oigo decir algo del partido y de lo limpio que está todo. “Lo he limpiado yo, y está mucho más limpio de lo que ha estado nunca porque dormir en el sofá no es una buena forma de limpiar”, pienso, pero no lo digo porque ya no es mi problema, esa ya no es mi cocina.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Me siento en la playa, hoy está vacía es demasiado temprano. Hace sol, está despejado por primera vez desde que llegué puedo ver los Alpes reflejados en el agua. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Recuerdo el primer día, venía en el autobús con mi maleta de 29 kilos, el portátil, dos abrigos, el bolso y el equipaje de mano y de repente vi el puerto y el lago y todo el cansancio acumulado dejó de tener importancia. No podría imaginar un sitio más bonito que ese para vivir.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Lloro, pero no me lo consiento, me seco las lágrimas y me levanto, tengo 16 días, 16 días para estar en Suiza.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: right;" align="right"><u><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >16 de julio de 2008<o:p></o:p></span></u></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Madrid está gris, el viento ha hecho que el avión se tambaleara más de lo necesario. Me he despedido de Miki recogiendo mi maleta, nos hemos dicho hasta luego aunque los dos sabíamos que no íbamos a volver a vernos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Al principio no era así, al principio decía adiós, adiós con todas las letras, entendiendo a la perfección el significado de esa palabra. Sabiendo que probablemente nunca volvería a ver a la persona de la que me estaba despidiendo. Puede que una vez al año, dos quizá. De la mayoría sé que no volveré a saber nada. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Luego terminas agotándote, el adiós se hace demasiado duro y el hasta luego corre a sustituirle. Tu cabeza empieza a tomar decisiones para que tu corazón no sufra “con este lloro, con este no”. Sueltas las lágrimas con cuenta gotas esperando el momento de soltarlas todas de golpe.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Yo todavía no las había soltado. Ayer me despedí de los únicos que no volverán a España porque todos los demás ya lo han hecho. He sido de las últimas en marcharme. También me despedí de Suiza, me recorrí el centro de Lausanne para luego bajar al puerto, vi Cèdres desde lejos y me fui a la playa.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Lloré, lloré un poco, lo justo pero no todo lo que me hubiera gustado, todavía no era el momento, todavía estaba allí.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Esta mañana ha sido peor, cuando César ha salido por la puerta me he dado cuenta de que pasaría un<span style=""> </span>mes y medio antes de volver a verle. Seguramente eso hacía que el equipaje pesará más de lo necesario, el cansancio ha podido conmigo subiendo la cuesta de su casa y bajando a la “gare” casi me atropellan mis propias maletas. Cuando pensaba que no tendría fuerzas ni para subirme al tren, alguien surgió de entre la multitud y me ayudó con el equipaje, se lo agradecí desfallecida con los ojos llenos de lágrimas.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Cuando he visto a mi padre esperando en el aeropuerto la realidad me ha abofeteado en la cara y me he dado cuenta, estaba en España, se había acabado. He empezado a llorar nada más subirme al coche. Mi padre, a mi lado no ha dicho nada, me ha dejado llorar con la paciencia que le caracteriza. Sabe que para llorar me gusta el <span style=""> </span>silencio, que me pudre cualquier tipo de ruido o <span style=""> </span>que me obliguen a hablar en un momento como ese y que nada de lo que me diga me hará dejar de llorar.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: right;" align="right"><u><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >25 de Agosto de 2008<o:p></o:p></span></u></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Nunca pude parar, desde el día 16 mi alma sigue llorando, nueve meses son muchos meses, muchos días, muchas horas en un mismo sitio. Son muchas las cosas que he visto, las personas que he conocido, las cosas que he hecho, los recuerdos que guardo. Es demasiado, es tanto, que mis últimos 16 días allí no fue tiempo suficiente para despedirme de todo y hacerme a la idea de que la mayoría de las cosas que tuve <span style=""> </span>no volverán nunca.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" >Por eso, quizá por eso, sigo despidiéndome un poco cada día y sé que aunque esté el resto de mi vida haciéndolo, una parte de mi se quedó en Suiza, abandonando en su huida un hueco en mi cuerpo, un espacio vacio que algún día mis lágrimas terminarán por llenar.<o:p></o:p></span></p><span style="line-height: 115%;font-family:";font-size:14;" ><o:p> </o:p></span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SLFJkQbrgwI/AAAAAAAAAKU/_hhVCRZkJO8/s1600-h/Dibujo.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SLFJkQbrgwI/AAAAAAAAAKU/_hhVCRZkJO8/s400/Dibujo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5238048728843780866" border="0" /></a><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><br /><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-90511404596536682672008-08-20T14:15:00.006+02:002008-08-24T13:58:48.896+02:00Yo sólo pido respeto<div align="justify"><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Hoy, justo hoy, hace un año y tres meses que escribí </span><a href="http://elrincondesharon.blogspot.com/2007/05/el-color-del-cncer.html"><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >este</span></a><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" > texto. Lo recuerdo perfectamente, ¿Cómo iba a olvidarlo? Volvía a casa después de ver a mi abuelo como cada domingo desde que nos dieron la noticia del cáncer de esófago. </span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Pero ese domingo fue diferente, mi abuelo tenía la piel de color gris, él era gris, su piel, su cuerpo, su pelo. Pero también su mirada, su voz, cada palabra que pronunciaba y cada palabra que no decía estaban teñidas por lo que yo llamé el color del cáncer.</span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Justo ese día supe que iba a morir, me lo dijeron sus ojos y sus gestos, me lo gritaron y todavía hoy los escucho gritar y se me vuelve a encoger el estómago. A veces se me encoge tanto que me obliga a doblarme por la mitad y a respirar hondo antes de incorporarme de nuevo.</span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Recuerdo que tardé cinco minutos en escribir el texto, que ni lo pensaba, pasaron muchos meses hasta que pude leerlo de nuevo. Pasó mucho tiempo hasta que descubrí que fue lo que había escrito ese día.</span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Dos meses después mi abuelo murió, cumpliendo el más pesimista de todos los pronósticos que nos habían dado “cinco meses de vida si hay complicaciones”. Verle luchar en el hospital es de las peores cosas que he tenido que hacer en mi vida y verle morir fue el único alivio que tuve en cinco meses.</span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Hace poco más de un mes ha hecho un año de su muerte, pero para mi es como si hubiera pasado muchísimo más tiempo. Le echo de menos todos los días, me había acostumbrado tanto a vivir con él, a que estuviera en el mundo.</span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >El día 14 de abril volví a escribir </span><a href="http://elrincondesharon.blogspot.com/2008/04/cuando-el-gris-aparece-de-nuevo.html"><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >otro</span></a><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" > texto, otro texto igual de gris que el primero, sólo que esta vez mi otro abuelo era el protagonista. Fui a España para verle después de que la neumonía que le hizo ingresar en el hospital se convirtiera en un tumor del mismo tamaño que su pulmón izquierdo. </span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Hoy, justo hoy, un año y tres meses después de escribir la primera historia he comprobado con todo el dolor de mi corazón que a alguien le ha “gustado” tanto mi texto que se ha permitido el lujo de copiarlo y pegarlo donde ha querido como si no fuera importante.</span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Puedo aceptar que me copien una historia, pero no puedo aceptar que copien mis cosas, mi vida, todos lo que sentí aquel día, todas y cada una de las lágrimas que cayeron por mis ojos mientras escribía aquel texto y todas las que cayeron el día que pude leerlo. Que lo copien como si no hubiera nada más detrás, como si fuera fácil escribir algo como eso, como si se escribiera todos los días.</span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >No quiero que nadie halague mis textos, no cuando ni yo misma lo hago, no era el reconocimiento lo que buscaba al escribirlo. Buscaba a mi abuelo, al que tenía antes del día en que se volvió gris. Le buscaba en cada párrafo, en todas y cada una de las letras que formaron aquel texto. Es su alma y la mía las que están atrapadas entre las líneas que lo forman y al robármelo, al cogerlo sin permiso, al copiarlo y pegarlo me robaron a mi y le robaron a él.</span></div><div align="justify"><br /><span style=";font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Supongo que hay cosas contra las que no se puede luchar y cosas que no podré entender nunca. No pido nada descabellado, sólo pido respeto, que se respete mi historia, que se respeten mis cosas, todas y cada una de las cosas que me dan forma. Pido que se respete mi vida y por encima de todo, que se respete a mis muertos.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;">------</span></div><div align="justify"><span style="font-size:130%;">Editando:<br /><br />En Abril de 2008 descubrí que un "tipo" (no sé muy bien como definirle) me había copiado “Jugando con la arena I”, “Jugando con la arena II” y “Jugando con la arena III”, las había juntado y las había cambiado (aunque yo más bien lo definiría como destrozado) para convertirlo en una especia de oda a su tierra...<br /><br />Hoy, después de descubrir que me copian el texto de “el color del cáncer”, tengo que descubrir que el mismo tipo que me copió mis tres historias, me copió el texto de "el miedo a morir sólo" y de nuevo, no sólo lo ha copiado, lo ha destrozado para que fuera suyo, haciéndose el protagonista indiscutible de la historia. Dificultándome de paso que lo descubriera fácilmente<br /><br />Como he dicho antes, puedo aceptar que me copies tres historias, lo puedo aceptar por mucho que me moleste, pero bajo ningún concepto aceptaré que copies mi vida.<br /><br />Yo era la niña de cuatro años, esa que casi se muere, era yo la que tosía y se asfixiaba y corría y cogía de la mano a su madre para no morir sola. Era yo la niña que sintió a la muerte en su espalda todos los días durante muchos meses. Era yo la niña a la que salvó su abuelo con aquella charla.<br /><br />Mi abuelo, el mío y no el tuyo. Mi abuelo era el que tenía cáncer, mi abuelo era el enfermo. Era el esófago de mi abuelo el que se reventó con la prótesis que le pusimos y era su pulmón el que se perforó.<br /><br />Fue mi abuelo el que estuvo cinco largos días muriéndose en un hospital, MI abuelo, no el tuyo. Fui yo y mi familia la que estuvo a su lado, la que le calmó, la que le esperó a que muriera, la que no se separó ni un segundo de su cama.<br /><br />Es mi abuelo, no el tuyo y fui yo, fui YO, fui yo la que le cogió de la mano durante esos cinco días. Fui yo, no tú. Fui yo la que pasé por una de las cosas más difíciles de mi vida.<br /><br />Soy yo, porque por mucho que me copies y por mucho que destroces mis cosas, siempre, siempre sere yo, siempre serán mis cosas, nunca serán las tuyas.<br /><br />De nuevo pido respeto, respeto por mis cosas, por mi vida y sobretodo, por mis muertos.</span></div>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-29277095637609156502008-07-11T18:53:00.005+02:002008-07-21T00:11:25.360+02:00Smokers<span style="font-family:georgia;font-size:130%;">Colgué el teléfono y me quedé unos segundos mirando la pantalla, no podía creer lo que acababa de escuchar.</span> <p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">Sin soltarlo, cogí la cartera, el paquete de tabaco y las llaves del coche y conduje durante todo el camino esperando que mi móvil volviera a sonar, que alguien me dijera que todo había sido una broma, que no había pasado nada. Pero no ocurrió.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">Él estaba esperándome fuera, me saludó sin fuerza y volvió a sentarse en los escalones, me senté a su lado y le ofrecí un cigarro.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-¿No quieres entrar?- me preguntó mientras lo cogía.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-No</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-Podemos ir a la cafetería, si quieres, o podemos subir, o…</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-No, no quiero entrar ahí, prefiero quedarme fuera- le corté mientras él agachaba la cabeza y asentía en silencio.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">Hacía calor, pero yo no sentía nada, estaba helado por dentro</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-¿Te has fijado? –Me preguntó mientras señalaba a nuestro alrededor- ¿te has fijado en la cantidad de gente que hay aquí fuera? ¿En qué todos estamos fumando?</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">- Porque no podemos hacer otra cosa- dije siguiendo su mano para volver segundos después a mirar al suelo, no quería ver aquello.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-Alomejor él también lo está viendo</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-Es posible, si yo fuera él, habría salido fuera, no me gustan esos sitios por dentro.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-¿Y <span style="font-size:+0;"></span>qué crees que piensa?- me preguntó mirándome a los ojos- quiero decir, si yo fuera él y saliera a la calle y viera esto, ¿Qué pensaría?, ¿Crees que lo sabe? ¿Qué se ha dado cuenta?</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-Puede que si, puede que lo sepa y sólo quiera salir corriendo, lo más rápido que pueda, perderse entre aquellos árboles- dije señalando el bosque que había en frente de nosotros- O puede que no, puede que no lo sepa porque no hay más ciego que el no que no quiere ver y porque no hay nadie que pueda decírselo.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">Estuvimos un rato en silencio mirando a nuestro alrededor, viendo aquellas caras, las mismas que las nuestras. Las de la gente que lo tiene todo y de repente le quitan una de las cosas que más le importan, así, sin avisar. Con el corazón destrozado, esparcido por el suelo, fumando, sujetando la colilla entre los dedos como si eso les fuera a devolver lo que habían perdido dentro y me pareció la imagen más triste que había visto en mi vida.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-Aunque conociéndole-dije mientras daba la última calada- diría que ha salido, nos ha visto y se ha dado cuenta. De repente se ha dado cuenta, que nada va a ser como antes, que todo ha cambiado, que quizá sea la última vez que nos vea, que nunca se llegó a despedir de toda la gente que ha conocido alguna vez en su vida. Y sé que se ha dado la vuelta y ha intentado volver a entrar, volver a su cuerpo, empezar de cero. Es más, diría que toda la gente que está igual que él, ahí dentro, están haciendo lo mismo, están intentando volver a entrar mientras nosotros estamos aquí fuera, fumando</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-Porque no podemos hacer otra cosa.</span></p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">-Porque no hay nada más que hacer- añadí mientras apagaba la colilla en el suelo y miraba hacía la puerta.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SHeYl1XzruI/AAAAAAAAAHY/aij3RHWGEks/s1600-h/cigarette_by_ineedmoney900.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5221810068708896482" style="FLOAT: right; MARGIN: 0pt 0pt 10px 10px; CURSOR: pointer" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SHeYl1XzruI/AAAAAAAAAHY/aij3RHWGEks/s400/cigarette_by_ineedmoney900.jpg" border="0" /></a></span> </p><p class="MsoNormal" style="TEXT-ALIGN: justify;font-family:georgia;" ><span style="font-size:130%;">Y en ese momento me pareció verle, intentando entrar, suplicando por otra oportunidad, con el corazón destrozado, negándose a girar la cabeza hacia nosotros, hacía la imagen más triste que vería en su vida.</span></p><br /><span style="font-family:georgia;">Imagen: </span><a style="FONT-FAMILY: georgia" href="http://ineedmoney900.deviantart.com/art/cigarette-37679366">ineedmoney900</a>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-39694375208124214902008-07-08T14:54:00.009+02:002008-07-08T15:12:37.251+02:00La última pregunta<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:14;" > </span> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >La interrogación sin punto sólo sería una curva peligrosa, a la que intentar aferrarse con todas tus fuerzas antes de cerrar la pregunta que la origina.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style="font-size:130%;"><br /></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Yo tenía millones de preguntas sin punto, tantas que mis manos no eran capaces de abarcar a todas ellas y resbalaban una y otra vez por líneas sinuosas y deformes.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style="font-size:130%;"><br /></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >El motivo por el que carecían de punto era, sin ninguna duda, que no quería saber la respuesta,<span style=""> </span>sobrevivía en un mundo en el que las preguntas quedaban tendidas en el aire y las respuestas atrapadas en tu boca.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style="font-size:130%;"><br /></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" > <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >-Es mejor así- te decía y tú asentías con la cabeza al mismo tiempo que tragabas las palabras que no había querido escuchar.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style="font-size:130%;"><br /></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" > <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Pero no me pasaba sólo a mí, tú también guardabas mil preguntas que no querías terminar. Lo sabía porque las respuestas me arañaban la garganta y a veces no me dejaban respirar, pero no me quejaba, las empujaba al fondo de mi alma y una nueva interrogación incompleta resbalaba entre mis dedos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style="font-size:130%;"><br /></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Al final me perdí <span style=""> </span>yo entre las líneas, tanto, que llegó un momento en el que dejé de saber donde empezaba y donde acababa la pregunta que se gestaba en mi cabeza, y mientras resbalaba por los múltiples trazos incompletos, tu mano me alcanzó y me trajo a tu lado. Tus brazos me sujetaron tan fuerte que una última curva quedó atrapada entre los dos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style="font-size:130%;"><br /></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" > <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span><span style="font-size:130%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SHNmW_oYEkI/AAAAAAAAAHQ/L9Wc0Rmmpq0/s1600-h/Imagen1.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://1.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SHNmW_oYEkI/AAAAAAAAAHQ/L9Wc0Rmmpq0/s320/Imagen1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5220628938276475458" border="0" /></a></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Fue en ese momento cuando decidimos ponerle el punto y descubrimos que al final los dos teníamos la misma pregunta y guardábamos la misma respuesta.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style="font-size:130%;"><br /></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Desde entonces vivimos sin plantearnos nada, utiliz</span><span style="font-weight: bold;font-family:Papyrus;font-size:130%;" >amos la mirada para preguntar lo necesario y las caricias para dar respuesta a lo que s</span><span style="font-weight: bold;font-family:Papyrus;font-size:130%;" >ólo</span><span style="font-weight: bold;font-family:Papyrus;font-size:130%;" > l</span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:14;" ><span style="font-weight: bold;font-size:130%;" >os dos sabemos.</span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:14;" ><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:14;" > <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:14;" ><o:p> </o:p></span></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-15237506993429413982008-06-16T19:12:00.007+02:002008-09-17T11:13:35.914+02:00Le Temps qui Court<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SFbHnl3HGsI/AAAAAAAAAGI/MZTgwnXqnfc/s1600-h/Oil_Stains_On_The_Wall_by_kristineslife101.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://2.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SFbHnl3HGsI/AAAAAAAAAGI/MZTgwnXqnfc/s400/Oil_Stains_On_The_Wall_by_kristineslife101.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5212573101720017602" border="0" /></a><span style="font-weight: bold;font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Tengo un muro a la altura de mis ojos, de mi cuerpo, de mi alma, de mí. Tengo un muro que no me deja pasar al otro lado, lo miro, busco con los ojos una grieta por la que poder resbalarme mientras el tiempo corre hacia mí. Pero a él no se le escapa nada<o:p></o:p></span> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p>Lo araño con los dedos intentando que una parte de él quede atrapada entre mi uña y mi carne, me hago un hueco en el muro para que el tiempo no me alcance. Le robo segundos, minutos y al hacerlo me desangro pero no me importa, merece la pena.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><span style=""></span>La sangre resbala por mi piel, cae al suelo y se mezcla con la arena, sonrío, una parte de mi se quedará aquí, en esta tierra. Me voy, me voy de mi casa, me marcho de Suiza y el tiempo se precipita hacia mí mientras un muro inmenso me impide salir corriendo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p>Ya no lloro, sólo me queda un mes, estoy ocupada ganándole terreno al tiempo, siendo consciente de todo, aprovechando cada momento.<span style=""> </span>Cada vez que despierto a tu lado lo hago sabiendo que no lo volveré a hacer. Cuando me suplicas para que baje de la cama, algo dentro de mí sonríe en silencio pensando que en un mes no llegarás tarde al trabajo porque no estaré yo para ganar batallas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p>Busco tus ojos a diario porque soy consciente de que llegará el día en que sólo los encuentre en mi memoria. Me pierdo en el marrón que rodea tus pupilas, mientras tu cuerpo llena mis espacios vacíos. Rompo las barreras de tu piel, me abro paso hasta tu alma y la observo desde dentro. Acaricio con los dedos los pocos ratos de cordura que guarda esta locura, lo poco que me queda antes de que el tiempo me atrape y me arranque de tu lado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p>Lo sé, me voy y lo sé, pero ya no lloro, no tengo tiempo para hacerlo. Me deshago, me desangro, me esfumo, mi silueta permanece pagada al muro, me duele todo el cuerpo pero no me rindo y sigo arañando, haciéndome un hueco, fundiéndome en el ladrillo, robandole segundos al tiempo. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p>Me observas, sé que te duele verlo, me apartas del muro, me sonríes, me abrazas, me besas, consigues detener el tiempo y te juro que sé aprovechar ese momento. Que soy consciente de que te quiero, que he nacido para ello aunque al hacerlo me muera por dentro. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p>Me voy pero al mismo tiempo me quedo, me quedo en la playa, en el lago, en los Alpes. Me quedo en Ouchy, en mi barrio, en el puerto donde una noche discutimos nuestro futuro temblando de frío. Me quedo en el centro, en la plaza del ayuntamiento, en la plaza de la Riponne, en todos y cada uno de los escalones que llevan a la catedral.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p>Me quedo en St François, en el día que te conocí, en el parque de Montbenon. Me quedo en el Captain Cook con tus ojos descansando en mis pupilas mientras te contaba todos los problemas que me había dejado en España.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me quedo en mi casa, en mi habitación llena de fotos de la gente que me dejé en España y de la que tengo ahora. </span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me quedo en cada vez que he estado enferma, en cada una de las noches que viniste a cuidar de mi.</span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" > Me quedo en tu risa, en la mía.</span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me quedo en la UNIL y en su campus inmenso, me quedo en la biblioteca de la EPFL estudiando y echándote de menos. Me quedo en cada uno de los menús aburridos de la Coupole, del Vinci, en la pasta del Corbusier.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me quedo en Portes du Soleil, en mis múltiples caídas en la nieve, en tu silueta comida por la niebla gritándome para que me levantara y siguiera bajando. Me quedo en cada una de las fiestas, me quedo en tu cumpleaños, en el de Xavi, en el de Javi, en el mío. Me quedo en cada viaje que he hecho contigo, Estrasburgo, Edimburgo, Budapest, Genova, Milán dentro de poco. Me quedo gritando en todos los conciertos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me quedo en el centro deportivo, en las clases de rock&roll, de hip-hop, de salsa. En los partidos de tenis, me quedo corriendo por el lago y esperándote en la orilla mientras remas en tu kayak. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me quedo justo aquí, en Lausanne, en mi hogar, en mi casa. Pero también me quedo en la tuya, en tu habitación sin decorar, en la cortina por la que siempre se cuela el sol, en tu litera que cuesta tanto trabajo bajar por las mañanas. Me quedo en tu cama, en tu cuerpo, en tu sonrisa, en tus ojos, en tus caricias, en tu piel, en tus labios.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; font-weight: bold;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p>Me voy y lo sé, pero por mucho que corra el tiempo, me quedo siempre aquí, justo aquí, entre tus brazos, me quedo en tu recuerdo, me quedo contigo.</span></p><span style=";font-family:Papyrus;font-size:12;" >Imagen: <a href="http://kristineslife101.deviantart.com/art/Oil-Stains-On-The-Wall-70446324">Kristineslife101</a> </span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Papyrus;"><o:p></o:p></span></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-61908579564518429182008-05-09T13:15:00.008+02:002008-05-09T13:33:09.552+02:00La Princesa Descalza<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SCQ0pRR4hzI/AAAAAAAAAGA/aLwUfmgGo_E/s1600-h/in_the_light_by_cha_feily.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SCQ0pRR4hzI/AAAAAAAAAGA/aLwUfmgGo_E/s400/in_the_light_by_cha_feily.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5198337753510086450" border="0" /></a><br /><span style="line-height: 150%;font-family:lucida grande;font-size:130%;" >-</span><span style="line-height: 150%;font-family:lucida grande;font-size:130%;" >Perdona,</span><span style="line-height: 150%;font-family:lucida grande;font-size:130%;" > ¿tienes hora? el autobús está a punto de llegar y no se de que color ponerme los zapatos- dijo una voz desde el suelo.<o:p></o:p></span> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >La descubrió sentada en medio de la calle, con las piernas extendidas y la cabeza ladeada como si le faltaran las fuerzas para levantarla. Pese a lo artificial de su postura parecía estar colocada así desde hacía mucho tiempo. <span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >No la cubría demasiada ropa y sin embargo, estaba seguro de que escondía bajo su piel mucho más de lo que nadie habría imaginado. Probablemente ni ella misma lo sabía. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >Le miraba, y su mirada era pálida como su cuerpo y todo lo que la rodeaba, convirtiéndola casi en un cadáver caído en cualquier acera. De esos que no te das cuenta de que están hasta que tropiezas con su cuerpo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >Pero a pesar de todo conservaba un halo de belleza, tan perfecta que la maldición que la perseguía no había logrado borrarla. Tal vez con otra persona habría apartado la vista, habría continuado con su vida y malgastado un segundo de su tiempo en olvidarla.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >Con ella no pudo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-¿Qué estás haciendo aquí?- la preguntó al mismo tiempo que se agachaba a su lado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-Ya te lo he dicho, estoy esperando el autobús pero no puedo irme hasta no tener los zapatos adecuados ¿me puedes ayudar?- Le preguntó de nuevo mientras cubría la desnudez de sus pies con la piel de sus manos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-Puedo ayudarte a encontrar unos zapatos, si quieres.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-Pero tienen que ser del color perfecto- insistió ella mirando hacia al horizonte, a algún punto muy lejano pero que parecía conocer perfectamente donde se encontraba.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-Esta bien, te traeré tus zapatos, del color que tu elijas, pero dime como te llamas y desde cuando estás aquí. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-Yo no tengo nombre, lo perdí con mis zapatos y ahora tengo que ir a buscarlos, pero no puedo si tengo los pies descalzos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >Mientras hablaba levantó la cabeza por primera vez en mucho tiempo. Le miró de frente, a los ojos. Poseía la mirada de los condenados, de los que saben que todo está perdido y asumen su destino sin luchar para cambiarlo. No pudo <span style=""> </span>retenerla, giró la cabeza cuando terminó su discurso, la dejó caer suavemente y siguió mirando hacia el vacío, probablemente a aquel lugar al que debía acudir para encontrar respuestas. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >La observó en silencio, la tortura parecía acompañarla a cada momento. Pudo ver el martirio reflejado en el color blanco de su cuerpo,<span style=""> </span>el tormento resonaba en cada sonido que salía de su garganta, arrastrándose en cada palabra que pronunciaba, mientras que la sumisión se había hecho el ama de todos y cada uno de sus pesados movimientos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-¿Me ayudarás?- le preguntó con la voz agotada como si no esperara obtener una respuesta.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-Te ayudaré- dijo él ofreciéndole su mano- vamos a buscar tus zapatos. Vamos a buscar tu nombre.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >Ella extendió la suya, no paraba de temblar.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-Pero no me dejes sola, no puedo hacerlo sola- le suplicó mientras paraba en seco a medio camino entre su mano y la de él y encogía sus dedos con fuerza en un intento desesperado de no parecer tan vulnerable.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >-No lo haré<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" ><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;font-family:lucida grande;"><span style="line-height: 150%;font-size:130%;" >Ella sonrió al mismo tiempo que se apoyaba en él para levantarse del suelo. Seguía temblando y aunque el color mortecino aún la envolvía, su mirada había dejado de tener aquel tinte amargo de tortura</span><span style="font-size:130%;">.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-family:Georgia;">Imagen: <a href="http://cha-feily.deviantart.com/">Cha-feily</a><br /><br /><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-family:Georgia;"> <o:p></o:p></span></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-21748411273410183772008-04-28T16:37:00.006+02:002009-04-29T19:18:23.954+01:00Jugando con la arena IV<div align="justify"><span style=";font-family:verdana;font-size:130%;" >Es difícil ver un gato negro en una habitación oscura, especialmente cuando el gato no está pero eso no la impide buscarlo. Lo hace cada día, como un ritual, de esos que haces sin darte cuenta, hasta que eres consciente y no puedes parar de sentirte estúpido.<br /><br />-¿Qué haces Julia?<br /><br />-Buscar a Golfo, pero no le encuentro.<br /><br />Alex la alzó por la cintura y la refugió entre sus brazos mientras la niña se deshacía en lágrimas. Todavía no había entendido porque se había marchado de esa forma.<br /><br />-Alex tenemos que encontrarle, ya no estoy enfadada, no importa que me haya roto mi vestido. Tiene que volver porque está solito y está lloviendo y a él no le gusta el agua.<br /><br />Hace un mes que Golfo no está con ella, se fue un el mismo día que destrozó el vestido nuevo de Julia, ese día que ella se enfadó tanto y le echó esa bronca tan larga. Desde entonces no le ha vuelto a ver.<br /><br />Alex trata de calmarla pero no lo consigue, él sabe perfectamente donde está Golfo, sabe que no va a volver.<br /><br />-Golfo no va a volver Julia, ya te lo he explicado- le dice Lucía al mismo tiempo que la seca las lágrimas.<br /><br />-¿Por qué? ¿Se ha enfadado conmigo verdad? ¿Es porqué le regañé? ¿Es por eso?.<br /><br />-No cariño no es por eso, Golfo ha tenido que irse igual que se fue su mamá, Luna, ¿te acuerdas?.<br /><br />-Entonces ¿está con su mamá y yo ya no voy a volver a verle? Balbuceó la pequeña mientras las lágrimas caían sin remedio por su frágil rostro.<br /><br />-Eso es cariño, pero sabes que está bien, que no le va a pasar nada.<br /><br />-Pero no he podido despedirme - dijo la niña escondiéndose en los brazos de su madre y dando rienda suelta a su llanto.<br /><br />En cuanto paró de llover, se fue a la playa, sabía que a Golfo le gustaba jugar allí, le encantaba jugar con la arena. Alex y Lucía no se hicieron de rogar cuando les pidió que la acompañaran, no era un secreto lo que les gustaba ese lugar.<br /><br />A lo lejos observaban a Julia corriendo entre las dunas con la blanca arena levantándose a su paso, exactamente igual que cuando jugaba con Golfo. Sólo que ahora el gato no estaba con ella<br /><br />Alex la miraba con una sonrisa en el rostro, de esas que no se pueden borrar tan fácil. Recordaba los momentos que había pasado en aquella playa, nada más volver, cuando la culpa no le dejaba respirar. Sintió la arena bajo sus manos, pegándose a su piel. La volvió a ver de nuevo, filtrándose en su alma, curando sus heridas, atrapando en los pequeños granos todo el dolor para alejarlo para siempre de su cuerpo.<br /><br />Desde entonces siempre había pensado que la playa era mágica y que la arena que la cubría curaba a las personas que jugaban con ella.<br /><br />-A mí me curó la arena, a Julia le pasa lo mismo.<br /><br />Lucía asintió con la cabeza recordando como le había sucedido igual cuando llegó al pueblo hacía ya una eternidad. Cuando estaba embarazada de Julia y vivía cada día con la certeza de que la felicidad para ella se había perdido, muy lejos, en otro lugar y en otra época. </span></div><div align="justify"><span style=";font-family:verdana;font-size:130%;" ></span></div><div align="justify"><span style=";font-family:verdana;font-size:130%;" >Hasta que la playa se la trajo de nuevo<br /><br />A lo lejos Julia seguía jugando y riendo como cuando Golfo la seguía a todas partes.<br /><br />-Mamá yo sé que Golfo está bien y que no está enfadado conmigo- dijo Julia mientras Lucía la arropaba. </span></div><span style="font-family:verdana;"><div align="justify"><br /><span style="font-size:130%;">-¿Y como sabes eso? Le preguntó mientras apagaba la luz y le daba un beso en la frente. </span></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:130%;">-Me lo ha dicho la playa- pronunció la niña antes de quedarse dormida.<br /><br />Lucia sonrió y abandonó la habitación para encontrarse con Alex. Mientras, a lo lejos, el agua de las olas arrastraba el dolor que Julia había enterrado en la arena aquella tarde.</span></div><div align="justify"><span style=";font-family:verdana;font-size:130%;" ></span></div><div align="justify"><span style=";font-family:verdana;font-size:130%;" ></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"></span></div><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"></span></div></span><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5194305672132114850" style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center;" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SBXhfPo7OaI/AAAAAAAAAFY/gLRq5-o5y4Y/s400/WL002477.jpg" border="0" />Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-59697851836035808932008-04-22T00:53:00.003+02:002008-04-22T00:56:08.853+02:00La última vez<div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:130%;">La última vez que se vieron eran todavía adolescentes. Él soñaba con marcharse lejos, a otra ciudad o tal vez a otro país, a otro mundo con otra gente, con otros colores y puede que un olor diferente. Ella soñaba con huir a su lado.<br /><br />La última vez que se vieron la vida era sencilla y el amor no dolía demasiado. No conocían la decepción y nunca habían oído hablar del desengaño.<br /><br />Se amaban por encima de todo, como si cada instante fuera a ser el último a su lado. Amaban con toda su alma pues la conservaban intacta, el dolor no había dejado aún cicatrices grabadas.<br /><br />La última vez que se vieron no conocían el sabor amargo de los besos, ni el veneno de los labios después de pronunciar un "te quiero" sin sentirlo demasiado.<br /><br />Tampoco conocían la derrota porque entre sus cuerpos no quedaba espacio para las batallas, ni para las mentiras, ni siquiera para las lágrimas.<br /><br />Conservaban la ilusión de los niños, el brillo en los ojos y la sonrisa tallada en el rostro. Amar era fácil, era casi un juego, de esos divertidos en los que las reglas sirven para protegerlo dentro de unos límites sin que lo lleguen a limitar del todo.<br /><br />La última vez que se vieron se entregaban el corazón el uno al otro, entero, intacto, sin que le faltara ningún trozo y sin miedo a que se rompiera entre sus manos.<br /><br />Pero se rompió, estalló en mil pedazos, todo dejó de ser fácil, el juego dejó de tener gracia, derramaron todas sus lágrimas, se les borró la sonrisa del rostro y se les partió en dos el alma.<br /><br />La última vez que se vieron él tuvo que viajar a otro mundo y ella, ella aún sigue esperando.</span></div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:130%;"></span> </div><div align="justify"><span style="font-family:trebuchet ms;font-size:130%;"> </div></span><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5191835694917965586" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/SA0bDpfHVxI/AAAAAAAAAFQ/wAda4k0kMD8/s400/Imagen1.jpg" border="0" />Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-74771757749529760782008-04-14T21:01:00.006+02:002008-08-24T13:57:57.051+02:00Cuando el gris aparece de nuevo<p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >La oscuridad lo envolvió todo, y supo que cuando volviese la luz todo habría cambiado. Pero no volvió, la oscuridad se quedó ahí siempre con él. Permanece atrapada dentro de sus ojos impidiéndole cualquier posibilidad de volver a verla. Aunque los abra ya nada tiene el mismo color que antes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Fue en ese momento cuando se dio cuenta, ya nada tiene sentido si ni siquiera la luz forma parte de sus días, permanece encerrado en su pequeño mundo de color <a href="http://elrincondesharon.blogspot.com/2007/05/el-color-del-cncer.html">gris</a> con la oscuridad abriéndose camino a su paso.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Pero él lo sigue intentando, por su familia, por su mujer, por sus hijos, pero no por él. Lucha cada día por cambiar su vida, por abandonar la oscuridad, porque la luz vuelva a inundar sus pupilas. Sólo que lucha sin fuerzas y el cansancio empieza a ganar la batalla.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Cuando le vi después de dos meses, sólo me basto un segundo para darme cuenta, el aura gris que le rodea es fatalmente inconfundible.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Abrió los ojos y me distinguió entre las sombras, me abrazó mientras repetía mi nombre con su garganta rota. Me abrazó y yo le recibí con todo el dolor de mi corazón y casi sin aliento en mis pulmones. Nunca me había abrazado de esa forma, nadie me había abrazado así.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me agarraba con sus agotadas fuerzas como si de esa forma fuera a impedir que volviera a marcharme de nuevo. La oscuridad que le rodeaba empezó a filtrarse en mi alma y algo demasiado conocido recorrió mansamente mi espalda para terminar revolviéndose en mis tripas. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me faltó el aliento, mis músculos se quedaron quietos mientras oía como repetía mi nombre y lo lejos que había estado todo este tiempo “Sara, Sara ya estas aquí”. Cerré los ojos, el gris me obligó a hacerlo, no quería verle de nuevo. Durante un segundo rogué al cielo olvidando que la piedad no es una de sus virtudes y cuando empezó a robarme las fuerzas el recuerdo no le consintió hacerlo.<span style="font-size:0;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Recordé la primera vez que cáncer y tumor se hicieron un hueco en mi estómago, la primera vez que me dejaron sin voz, sin músculos, sin oídos, sin lágrimas. Reviví el dolor, la pena, la incertidumbre y al mismo tiempo, la esperanza que como siempre, es lo último que se pierde.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Recordé como el escalofrío se adueño en numerosas ocasiones de mi cuerpo, como me paralizó las piernas y la garganta el primer día que fui a ver al abuelo al hospital cuando un fin de semana era todo el futuro que le esperaba.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Le volví a ver tumbado en la cama, con la máscara de oxígeno, suplicándome con los ojos que le dijera algo, lo que fuera, que se lo hiciera más fácil. Recordé como me tendió la mano y el tiempo que tardé en cogérsela. Recordé como el escalofrío me hizo perder el tiempo, su tiempo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Recordé como el día del entierro me maldije mil veces por ello, y al día siguiente y al otro y al otro…Recordé como lo sigo haciendo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >No podré perdonarme todo lo que el escalofrío me robó de mi abuelo, no puedo perdonarme haberle consentido hacerlo. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >De repente me di cuenta de que no había derramado ni una lágrima, ni siquiera cuando después de hablar con mi madre por teléfono las palabras “cáncer de pulmón” se hacían las dueñas de mi cerebro. El escalofrío me había dejado seca por dentro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Así que tragué saliva, cerré los ojos, apreté los dientes y lo empujé hacia abajo con todas mis fuerzas, no podía tenerle ahí de nuevo, no en ese momento. Me separé de papá (a ti nunca pude llamarte abuelo) y recuperé mi voz, mis músculos, mis oídos y por supuesto, mis lágrimas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me preparé para pasar a su lado cinco días consintiendo que el escalofrió se retorciera lo justo para no hacerme perder el tiempo, su tiempo. Aprendí a convivir con él, a respetar sus movimientos dentro de mi estómago sin que me invadieran tanto por dentro que no me dejaran moverme por fuera. Consentí de nuevo que el gris tiñera su vida, sólo que esta vez no rompí a llorar al darme cuenta. Miré al cáncer de frente haciendo como si no lo viera tal y como hacía cada día hace ya ocho meses.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Pero como he dicho antes, el gris se ha metido en su alma y el cansancio empieza a ganar la batalla...<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; margin-left: 35.4pt; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >-Sara bonita, la muerte no es mala, no cuando se ha vivido tanto, tú tienes que saberlo- pronunciaron sus labios mientras sus ojos sin luz se encontraban con los míos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; margin-left: 35.4pt; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; margin-left: 35.4pt; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >-Lo sé papá, lo sé -dije sonriéndole al mismo tiempo que una mano gris se refugiaba entre las mías y un suspiro de alivio rompía un poco el gris del ambiente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192); text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" ><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family:Papyrus;"><span style="font-weight: bold; color: rgb(192, 192, 192);font-size:130%;" >No pude decirle otra cosa, no quise decírsela. Sé que el gris de su piel se le está empezando a comer por dentro, que la oscuridad es lo único que le rodea y que por mucho que lo intente, el desaliento y la falta de ganas son demasiado fuertes. Por mucho que me duela no puedo, no voy a pedirle que luche si no quiere hacerlo, esta vez no.</span><o:p></o:p></span></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-47157141021402453382007-10-22T01:44:00.000+02:002007-10-22T10:19:20.188+02:00El último relato<div align="justify">El último lastre que arrojó por la borda fueron sus palabras, después se quedó vacía. Sin ellas no era nada, no era nadie, no era ella. Hablaba pero su voz se cascaba cada vez un poco más y ella parecía desmembrarse entera al pronunciarlas. Reía, pero estaba hueca y el eco la hacía retorcerse de dolor, de un dolor que sólo crecía en ella. Respiraba pero ya no vivía, había dejado de sentir.<br /><br />Cerraba los ojos y recordaba, al menos tenía algo a lo que aferrarse. Volvía a los buenos momentos, aquellos en los que escribir era tan fácil que lo difícil era dejar de hacerlo. Viajaba por otros mundos, por otra época, cuando aprendió a leer, cuando empezó todo. Hacia tanto tiempo de eso que su primer recuerdo era con un libro entre las manos o un bolígrafo entre los dedos. Desde ese momento no había parado de hacerlo, de escribir, de sentir, de vivir, de creer…<br /><br />Pero lo había perdido y ella se perdía cada día un poquito más. Al principio no era nada, ni siquiera la preocupaba demasiado, una mala racha la tiene cualquiera, dadas las últimas circunstancias resultaba hasta normal. Pero el tiempo pasaba y con él las palabras se iban disolviendo arrastrando a su paso un poco de su cuerpo, dejando tras de sí un hueco que no era capaz de rellenar con nada.<br /><br />La buscó, la buscó incansable, la inspiración tenía que estar en algún sitio. Primero indagó por dentro, formaba parte de ella no podía haber salido fuera, pero fue en vano. Después la buscó por fuera, a su alrededor, entre sus cosas, no podía haberse ido muy lejos. La buscó hasta que se quedó sin fuerzas, hasta que perdió las ganas, pero no pudo encontrarla.<br /><br />Se enfadó, se enfadó tanto que decidió seguir sin ella. Se sentó delante del papel y trató de escribir algo pero era imposible. Se dio cuenta en ese momento y el dolor la rompió por dentro. No sólo había perdido la inspiración también había perdido las palabras, habían ido desapareciendo y sin ellas, sin ellas no era capaz de hacerlo.<br /><br />Miró el papel como si fuera la primera vez que lo hacía, había hecho ese gesto mil veces en mil ocasiones distintas, pero era como si no le conociera. Se miró los dedos y comprobó con rabia que el bolígrafo entre ellos carecía de sentido. Gritó al cielo, se deshizo en lágrimas ocupando con ellas el vació que dejaron sus palabras. </div><div align="justify"><br />Sangró, sangró como nunca había sangrado antes, lanzando sus últimas palabras por la borda, deshaciéndose en cada letra, tiñendo la habitación de rojo a cada paso. Escurrió su alma con las manos, la retorció, la rompió, la secó encima de la hoja hasta que consiguió que dejara de ser blanca.<br /><br />Terminó, terminó desfallecida, seca, rota y vacía con miles de palabras alejándose de ella, llevándose su vida sin importarles demasiado. Observaba la escena caída encima del papel sonriendo complacida, sin hacer un sólo movimiento por salvarse, mientras su alma se filtraba mansamente en su último relato. </div><br /><p align="right"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5123943012466023218" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/RxvnBaNh2zI/AAAAAAAAAEI/NWwJdpueiTI/s400/x1piYkpqHC_35l6GfRKuniwnHG8JvkACrqGjo555CBDqKUSiedOYUL0mPFKgldEQ3QznK0jdMvNDs3ygy96Q0JUqTDixZHntfJiK7Qw0dXUnojMDvbXJ1Pspw.jpg" border="0" /></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-66023246169607354022007-09-05T00:42:00.000+02:002007-09-05T00:57:23.728+02:00La muñeca rota<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >La belleza</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > era su mayor bendición, pero también</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > su maldición aquella maldición que </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >la fue consumiendo lentamente, esa qu</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >e la rompió en pedazos convirtie</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ndo el resto de sus días en una lucha par</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >a encontrar la forma de volver a encajarlo</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >s.<o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >Su rubia melena llena de bucles, esos ojos</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > tan verdes que hacían daño cuando te miraban de cerca y su generosa</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > anatomía formaban un regalo sólo con </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >contemplarla. Era una princesa, su madr</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >e se lo repetía a diario cuando la peinaba</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > el largo cabello cada mañana. Una mu</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ñeca, coreaba su padre cuando la exhibía o</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >rgulloso por la calle. <o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" ><o:p></o:p>Al prin</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >cipio </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >todo fue bien, no necesitaba esforza</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >rse par</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >a ser la mejor. La mejor de la clase, </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >la más </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >lista, la m</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ás agradable, la envidia de todas las niña</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >s inclus</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >o de todas las madres. Era una princesa</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >, una muñeca. Era perfecta, lo era hasta tal punto que sobre ella la perfe</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >cción se transformaba en algo sencillo.</span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >Pero el tiempo pasó y la maldición rodeó su belleza con una jaula de espinas </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" ><o:p> </o:p></span></em></span></p> <div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >-Deberías saltar más alto -le estrelló </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >su profesora de gimnasia rítmica en la cara-. El aviso la abofeteó por d</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >entro, agachó la cabeza derrotada, la vista hacia el suelo, observand</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >o como el primer pedazo se resbalaba de su cuerpo. Interpret</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ó la frase al vuelo:<o:p></o:p></span></em><br /><em></em><em><b style=""><span style=";font-family:Papyrus;" ><o:p></o:p></span></b></em></span></div> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><em><b style=""><span style=";font-family:Papyrus;" >Adelgaza<o:p> </o:p></span></b></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" ><span style=""> </span>Y adelgazó, hasta que se volvió a romper</span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >-¿Porqué sacas un nueve y medio cuando p</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >uedes sacar un 10? -le preguntó su padre</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > sin piedad, sin apartar su mirada incluso cuando ella le suplicó en callados grit</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >os con sus perfectos ojos verdes<o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >El segundo</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > golpe le hizo sangrar el alma, un nuevo pedazo se precipitó al suelo, r</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >esbalando entre sus manos de muñeca que habían corrido a salvarlo. </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >Mientras <span style=""> </span>volvía a interpretar esa frase:</span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><em><b style=""><span style=";font-family:Papyrus;" >Esfuérzate más, no es suficiente<o:p></o:p></span></b></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" ><o:p> </o:p>Y se esforz</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ó, porque la lucha se había transformado mansamente en rutina. Po</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >rque nadie dijo que ser princesa fuera fácil. Se encerró a estudiar muchas m</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ás horas </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >aunque eso significara olvidarse de ella, dejar de dormir, o incluso de comer. Ir</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >se rompiendo poco a poco, dejando un</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > poquito de su cuerpo a cada paso.<o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" ><o:p></o:p>Al princi</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >pio comenzó como un juego, escondía la comida para adelgazar </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >y saltar más alto. Se exigía tanto que comer </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >dejó de ser importante. Y con el tiempo se </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >olvidó de si misma, tanto que cuando quiso volver atrás no supo en</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >contrarse. Había demasiados trozos y le faltaban las fuerzas y las ganas pa</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ra encajarlos.<o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" ><o:p></o:p>La jaula d</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >e espinas cada vez se hacía más estrecha, iba al ritmo de su desnutrido</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > cuerpo. La maldición hacía a la perfección</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > su mortuorio trabajo. La muerte se frotaba las manos, no sería la primera m</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >uñeca que se llevaba de esa forma, ya </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >quedaba poco, estaba demasiado rota.</span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >Adelgazaba cada día, se rompía cada día, por dentro, por fuera, daba igua</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >l. La báscula se lo advertía, lo gritaba a pleno pulmón. Pero sus ojos, rotos, dirigi</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >éndose al espejo le mostraban una realidad distinta. La muerte observab</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >a la escena con toda la paciencia del mundo mientras la jaula de espinas</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > la asfixiaba y la hacía sangrar, llevándos</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >e también sus fuerzas.<o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >Sola, en aquella triste habitación de ese ho</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >spital, rodeada por otras muñecas, algunas más rotas, otras menos. S</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >e preguntaba cuando empezó todo aq</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >uello y porqué. <span style=""> </span>Necesitaba que alguien le</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > explicara </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >en qué momento había dejado de ser perfecta a pesar de haber puesto to</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >da su alma en conseguirlo. En qué se h</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >abía equivocado si lo único que hacía era esforzarse para seguir siendo la pri</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ncesa que su madre le repetía hasta la saciedad que era.<o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><em><b style=""><span style=";font-family:Papyrus;" >Sal de a</span></b></em><em><b style=""><span style=";font-family:Papyrus;" >quí como sea<o:p></o:p></span></b></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" ><o:p></o:p>Se repetía in</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >cansable, no podría volver a ser perfecta en</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >cerrada en aquella habitación. Y volvió a luchar. Luchaba cada día por meterse el </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >alimento en la boca, se esforzaba en tragarlo y</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > se iba a dormir para no pensar en lo que hacía en su cuerpo. Repetía el ri</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >tual a diario con las lágrimas resbalándole por sus hambrientas mejillas.</span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" ><o:p></o:p>Hasta que salió de allí, hasta que pudo empezar a recoger las piezas que ha</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >bía perdido, hasta que pudo romper su jaula de espinas. La muerte sigu</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >e frotándos</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >e las manos, con ella no ha podido, pero hay muchas muñecas es</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >perando a romperse.<o:p> </o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >Hoy ya no es perfecta, tiene los ojos rotos y</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > le falta la mitad del cuerpo, como un cuadro a medio pintar. Ahora lucha a diari</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >o por no volver a ser una princesa, p</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >or ser per</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >fecta por dentro aunque esté incompleta por fuera. Y a pesar de que</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > el espejo sigue ofreciéndole esa deforme imagen cada vez que se atreve a </span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >mirarle de frente, ha aprendido a <span style=""> </span>escuchar a</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" > la báscula. <span style=""> </span><o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >Cada dí</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >a encuentra una pieza nueva, la coloca en su sitio con una sonrisa y llora co</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >n una lágrima la cicatriz que la rodea. Sigue siendo una muñeca despedaz</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ada, pero sabe que llegará el día en que logre encajar todas las piezas y c</span></em><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >ure sus ojos rotos.<o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Rt3gezSH70I/AAAAAAAAAEA/brKEMwDJMe4/s1600-h/bul_y_anorexia.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://2.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Rt3gezSH70I/AAAAAAAAAEA/brKEMwDJMe4/s400/bul_y_anorexia.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5106484372274933570" border="0" /></a><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >[…]<o:p></o:p></span></em></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;"><em><span style="font-style: normal;font-family:Papyrus;" >Para ti guapa, que el día que me contaste tu historia todavía seguías llorando. Que lloré contigo cuando me dijiste eso de que una anoréxica nunca se cura, que sólo aprende a vivir con ello. Tienes los ojos rotos pero haces caso de la báscula y no del espejo. Cada día recoges un pedazo del suelo y llegará el día en que los encuentres todos. Llegará el día en que vuelvas a ser tan perfecta por fuera, como lo eres por dentro</span></em></span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:15;" ><o:p></o:p></span></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-2910498604394263182007-09-01T20:52:00.001+02:002008-08-24T13:57:29.987+02:00Me ahogo<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Me he dado cuenta de algo, en 15 días estaré en Suiza<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><b style=""><span style="font-family:Papyrus;">Y me ahogo.</span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Y el tiempo me abandonó, me escupió de su lado mientras él seguía adelante, avanzando a toda velocidad. Helada sin poder mover un músculo observo la escena mientras una frase se repite en mi mente:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><b style=""><span style="font-family:Papyrus;">Me ahogo<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Y veo mil imágenes pasar a cual peor, representando en una escena macabra todo lo que tengo que hacer antes de irme…</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Estudiar, tengo que estudiar porque dos días antes (sólo dos días antes) de subirme al avión termino los exámenes y mientras lo pienso el agua trepa por mis rodillas<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><b style=""><span style="font-family:Papyrus;">Me ahogo<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Pero también tengo que ir al banco y a mil sitios más y la tarjeta sanitaria europea y el contrato de estudios y pensar que será de mi vida el año que viene para poder rellenar la maldita hoja tres y recoger el convenio financiero y pagar la residencia y solucionar lo del móvil y todo lo que hay que meter en el portátil y comprar cosas y revelar fotos </span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >y hacer una maleta enorme y decidir que llevarme y decidir que dejar y despedirme y decidir de quien puedo no despedirme porque no me da tiempo a todos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><b style=""><span style="font-family:Papyrus;">Me ahogo<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >El agua me llega a la cadera me ha inutilizado las piernas y yo las necesito más que nunca. Tengo que poner en orden mi vida y encontrar todas las cosas que he perdido en mi habitación que desde hace unos días parece un mercadillo y amenaza con empeorar. Tengo que ordenar todos los papeles, esos tan importantes que están desperdigados entre los apuntes, esos que mi madre me advirtió mil veces que los guardara y tengo que oírla gritar</span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >me por lo desastre que soy y tengo que no enfadarme con ella porque voy a estar un año sin oírla gritar. Y aunque quisiera gritarla no tendría fuerzas<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><b style=""><span style="font-family:Papyrus;">Me ahogo<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >Y el agua sigue subiendo por mi cuerpo entumecido y <span style=""> </span>sólo tengo 15 días aunque en realidad sólo tengo 48 horas porque el resto de dí</span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >as están ocupados, tengo que estudiar. Y ya no veo la tele, ya no hablo por teléfono, sólo duermo cinco horas y ya no escribo. He dejado de sentir, el agua está tan fría que me ha congelado por dentro. Ni siquiera pienso, mi tiempo no me l</span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >o permite.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><b style=""><span style="font-family:Papyrus;">Sólo me ahogo<o:p></o:p></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >El agua ha vencido a mis hombros pero ya no importa, se me ha olvidado respirar y aunque lo recordara seguro que no tendría tiempo. Podría pedir ayuda pero soy así de cabezota y en esto me he metido yo solita y yo solita impediré que el ag</span><span style=";font-family:Papyrus;font-size:130%;" >ua conquiste mi cuello, como siempre. Mientras tanto…<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size:130%;"><b style=""><span style="font-family:Papyrus;">Me ahogo<o:p></o:p></span></b></span></p> <span style="font-family:Papyrus;"><span style="font-size:130%;">Me ahogo con una sonrisa de oreja a oreja de esas que ni el frío del agua puede congelar. En quince días estaré en Suiza y todo lo demás simplemente me ha dejado de importar.</span><br /><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Rtm2DTSH7zI/AAAAAAAAAD4/om3fRaLs-bg/s1600-h/aguaalcuello.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Rtm2DTSH7zI/AAAAAAAAAD4/om3fRaLs-bg/s400/aguaalcuello.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5105311820433321778" border="0" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-12594958808072669462007-08-13T22:33:00.000+02:002007-08-15T03:02:44.672+02:00A partir de una frase...La leyenda del árbol<div align="justify"><span style="color:#ffffff;"><span style="color:#000000;"></span><br /></span></div><br /><div align="justify"><span style="color:#000000;">Nada más despertar, se gira y lo descubre a su lado. Él está plácidamente dormido, no se atreve a despertarle por si todo fuera un sueño. Recordó en ese instante como el sonido de algo golpeando la ventana le había desvelado pero no lo suficiente para despertarla. Entonces tuvo una corazonada y se dirigió velozmente hacia la ventana y allí estaba mecida por el viento una rama, cuyo árbol no estaba esa noche ahí…Cuando el Sol comenzaba a derretir los cristales del rocío, la brisa secó las lágrimas, que por fin de alegría, se deslizaban por su mejillas.<br /><br />Con una sonrisa grabada en su rostro y la firme convicción de que las leyendas existen se tiende junto a él y detiene el tiempo a su lado. Aprovecha el momento para observarle sin prisa, regodeándose en cada centímetro de su rostro. Con un suspiro se abriga en su pecho del frío de la mañana y toma la decisión de aprovechar el resto de su tiempo en el recuerdo.<br /><br />Precisamente el recuerdo era lo único que le quedaba aquella mañana unas horas antes de conocerle. Revive como se despertó al alba, el sonido de una rama golpeando la ventana de su habitación terminó por arrancarla del sueño. Al girarse descubrió que su cama llevaba vacía demasiado tiempo. Él no iba a volver y ella debía dejar de esperarlo. Como un jarro de agua fría calló el peso de la verdad sobre sus hombros, su casa, su vida, su mundo estaba creado para él, aguardando su regreso. La única forma de liberarse era abandonarlo todo.<br /><br />Secándose las últimas lágrimas que le quedaban asumió su destino y se dirigió sin rumbo a algún otro lugar más generoso con ella. Donde el aire no le hiciera daño al respirar. Llevaba poco tiempo en el pueblo, unos días quizá, la verdad es que hacia mucho que había perdido la conciencia de todo. Ni siquiera era capaz de recordar quien era, en que creía…<br /><br />Apareció en un parque, sus pies tenían vida propia y ella les dejaba hacer pues había perdido la suya. Se detuvo frente a una silla, vieja, descolorida y desgastada, pero que guardaba el encanto y la magia a pesar de los años. Sobre ella había un libro tan viejo como ella pero con la misma magia entre sus páginas arrugadas.<br /><br />Miró a su alrededor y tras comprobar que no había nadie cerca que pudiera ser su dueño, se sentó y comenzó a leer. “la leyenda del árbol” la absorbió por completo y no la soltó hasta que no fue interrumpida por la voz de él. Regresó a la realidad despacio y lo descubrió a su lado. Se perdió en sus ojos tal y como estaba sucediendo ahora, él se estaba despertando, el sonido de la rama le arrancaba de su sueño.<br /></span><br /><span style="color:#000066;">Los ojos de él fueron abriéndose despacio, y vio como a su lado descansaba el sentido de su vida. Una vida que cambió la mañana que la vio por primera vez. Fue en el pueblo de sus abuelos. Aquel día se dirigía como de costumbre hacia la cata que, a pocos metros del parque, en el patio, junto al foso que rodea la torre del árbol, se abría cual puerta al pasado.<br /><br />Estaba enamorado de su trabajo, la arqueología, desde que vio aquella película de Indiana Jones. Y lo estaba porque a partir de ese día conocería otro significado de estar enamorado.<br /><br />Gustaba de cortar camino atravesando el parque, un entrañable lugar de forma irregular donde enormes encinas entre rosales, flanqueaban sendas que convergen en una pérgola bajo la que, según le contó su abuela, solían contar cuentos. Y al pasar por allí la vio.<br /><br />Sentada sobre la ya descolorida silla de los cuentos como la conocían los lugareños, leía un libro. Lo curioso es que no había nadie alrededor. Por primera vez algo se le anteponía a la emoción de su trabajo. Él se dedicaba a llenar el vacío que el paso del tiempo dejaba, pero aquel encuentro le hizo descubrir un espacio en su interior hasta ahora ignorado. Ella levantó la mirada hacia el rosal desde donde él la observaba y en ese momento, el silencio se pudo escuchar, mientras el espacio entre los dos se transformaba en versos que casi podían tocarse.<br /></span><br /><span style="color:#000000;">.- Como una rama – Dijo ella.<br /></span><span style="color:#000066;">.- ¿Cómo? – Dijo él desorientado.<br /></span><span style="color:#000000;">.- No, no, nada, discúlpeme. Pensaba en voz alta. Buenos días.<br /></span><span style="color:#000066;">.- Buenos días. Bonita mañana ¿Eh?<br /></span><span style="color:#000000;">.- Sí, sí así es.<br /></span><span style="color:#000066;">.- ¿Sabe? Me llamó la atención verla en la silla de los cuentos como si contara un cuento pero… sin nadie que le escuchara.<br /></span><span style="color:#000000;">.- Ah, no lo sabía. De hecho acabo de llegar hace poco al pueblo. Me levanté pronto y me pareció un buen lugar para leer.<br /></span><span style="color:#000066;">.- No podía elegir mejor lugar. Yo también acabo de llegar hace poco, trabajo en los yacimientos de la vieja torre y suelo pasar por aquí para cortar camino.<br /></span><span style="color:#000000;">.- ¿Y lo de la silla… como..?<br /></span><span style="color:#000066;">.- Ah, lo sabía por mis abuelos, eran de este pueblo. Es una antigua tradición. ¿Lee un cuento?<br /></span><span style="color:#000000;">.- No, es la leyenda del árbol, según cuentan originaria de este pueblo. Ni siquiera es mío, lo hallé sobre la silla.<br /></span><span style="color:#000066;">.- ¡Anda! Y ¿de qué trata?<br /></span><span style="color:#000000;">.- Cuenta la leyenda que un aldeano que descansaba a la sombra del árbol escuchó el sonido de una voz que se deslizaba, a la par que la brisa se acunaba entre el rumor de las hojas de la encina. Cuando trepó a ella para ver de donde provenía, pudo divisarla asomada al ventanal de la torre. Desde entonces, cada noche, acudía a escuchar aquella voz recitando versos de dolor. Y noche tras noche se fue enamorando de ella, y ella, que supo de su presencia fue cambiando el dolor por poemas de amor. Pero era un amor imposible, porque ella estaba presa a punto de desposarse con el señor de la villa. Más una noche aquella rama sobre la que se subía creció imperceptiblemente tanto que pudo llegar hasta ella y huyeron los dos. Y es que en el amor no hay distancias ¿No le parece?<br /></span><span style="color:#000066;">.- No, a veces es tan corta que ni la llegamos a ver. ¡Vaya! llego tarde al trabajo – Dijo visiblemente sonrojado – Debo marchar. Espero volverla a ver..<br /></span><br /><span style="color:#000000;">“El aldeano nunca se habría escabullido de esa forma”, pensó ella al tiempo que volvía a reencontrarse con la leyenda del árbol. Al arrullo del sonido de los árboles terminó la historia, había pasado mucho tiempo y ella ni siquiera se había dado cuenta. Tanto que hasta se había hecho de noche.<br /><br />Se levantó con soltura, conocer aquella leyenda le hacía parecer más ligera. Algo se había despertado en su interior, aunque quizá era demasiado pronto para descubrirlo. Una vez más dejó que sus pies marcaran solos el camino, mientras su pensamiento se perdía en el encuentro de la mañana. ¿Qué estaría haciendo él ahora?<br /><br />Unos minutos más tarde sus pasos se detuvieron frente al viejo árbol. Aquel árbol desprendía vida por todas partes. Colocó la mano sobre la vieja y arrugada corteza al mismo tiempo que cerraba los ojos. El viejo árbol se mostró generoso y derrochó un poquito de su magia en ella, la suficiente para devolverle lo que había perdido. La magia se filtraba por cada poro de su mano y ella cada vez se sentía más ligera. Cuando abrió los ojos una ramita verde yacía a sus pies.<br /><br />La recogió del suelo y se dirigió a su casa. Ahora por fin era capaz de saber lo que quería, ya no necesitaba que su cuerpo la guiara más veces. Cuando llegó, plantó aquella rama en el jardín mientras volvía a perderse en aquel encuentro ¿qué estaría haciendo él ahora? volvió a preguntarse<br /><br />No podía dejar de pensar en ella ni lamentarse de cómo se evadió en aquella primera vez. Apoyado sobre la ventana de su ático contemplaba la silueta del viejo árbol que al día siguiente sería derribado a causa de la excavación.<br /></span><span style="color:#ffff99;"><br /></span><span style="color:#000066;">La echaba de menos, nunca antes vivió tal experiencia. Tan solo su trabajo, el hecho de soñar con que nuevo hallazgo le sorprendería el día siguiente, llenaba sus días. Pero desde aquel encuentro existía un vacío que se hacía más grande con el paso de las horas, sobre todo cuando cada estaba junto al árbol que…<br /><br />.- Y si… - Pensó en voz alta - Y si… pero no, no podía ser – Se repetía resignado, cuando entonces recordó las palabras de ella “En el amor no hay distancias” – Y siii… - Dijo esta vez con un semblante de esperanza.<br /><br />Y sin más salió al amparo de la noche en dirección hacia el yacimiento. Cuando llegó junto al árbol y asegurándose de que se hallaba solo, sin que nadie le observara, trepó hasta la rama más cercana a la torre. De repente esta crujió y cayó al vacío.<br /><br />Al abrir los ojos la encontró a su lado, mirándole sin pestañear siquiera.<br /><br />-Pero ¿cómo..?<br /></span><span style="color:#000000;">-No lo sé…estabas aquí cuando he despertado<br /></span><span style="color:#000066;">-En el amor no hay distancias- repitió él en un susurro<br /></span><br /><span style="color:#000000;">Y así, con la certeza de que la leyenda era cierta se besaron mientras el límite que separa la fantasía de la realidad se evaporaba entre ambos.</span></div><br /><br /><p><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5098289617488754066" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/RsDDZSx6tZI/AAAAAAAAACo/Wt11RjxckSY/s400/Creer+en+el+amor.jpg" border="0" /> </p><p align="center">****</p><p>Historia escrita a medias con <a href="http://asiria.blogspot.com/">Ninive</a>. ¡Todo un placer Carlos!</p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-42629541886529953482007-08-07T00:07:00.000+02:002007-08-12T03:00:54.130+02:00La casa de las siete puertas<div align="justify"><span style="font-family:georgia;">Le escuché en silencio porque escupir aquella historia parecía costarle demasiado. Su voz se rompía un poco más en cada palabra, en cada sílaba y él parecía descomponerse lentamente al pronunciarlas. Me hablaba muy despacio como si su vida se mantuviera suspendida de un delgado hilo nacido en sus labios. Ni siquiera me miraba a los ojos, los mantenía cerrados, parecían sangrarle de dolor.<br /><br /><em>- Nunca te he contado la historia de nuestra familia ¿verdad?<br /></em><br />Me preguntó agachando la cabeza lentamente respetando el ritmo que le imponían la desazón y la vergüenza. No hizo falta que le respondiera, continuó hablando al mismo tiempo que yo le cogía una mano para hacerle el camino más fácil.<br /><br /><em>- Es complicada supongo que ya te habrás dado cuenta, no nos salvamos ninguno. Ni siquiera tú que eres tan joven consigues salvarte de la maldición que nos impone este linaje. Aquí cada uno tenemos lo nuestro, lo que nos ha tocado.<br /></em><br />Abrió los ojos por primera vez y sin miedo se encontró en los míos. Le miré, él era el raro. Desde antes de que yo naciera le condenaron y nada ni nadie podrían quitarle esa fama. No hablaba nunca si no era para decir algo importante. Hacía cosas que nadie entendía, pero el ácido sabor de la maldición mansamente le proporcionaba el dulce sabor de la licencia. Era el raro, podía hacer lo que él quisiera.<br /><br />Conmigo era diferente, a mí me hablaba, me hablaba como cualquier otra persona, nos tirábamos horas hablando. A mí me escuchaba, se preocupaba por mí, me entendía y me ayudaba siempre que podía.<br /><br /><em>-Tu abuelo, mi padre, tenía una amante. En realidad tuvo unas cuantas pero esta fue más importante. No me mires con esa cara, era algo normal. Nunca supo ocultarlo y mi madre lo sabía pero no la importaba. ¿No te has fijado en que siempre se está quejando? Era la excusa perfecta no podría tener otra mejor para dar lástima que es lo que más la gusta.<br /><br />Como te iba diciendo, se metió en la cama de esta mujer y allí se enamoró de ella. Ni siquiera él podía sospechar que algo así ocurriría. Nos abandonó y tu abuela se pasaba el día llorando, lamentándose de lo que nos había hecho a todos, con todas las vecinas a su alrededor consolándola. ¿No te has fijado que siempre hay gente que le da lástima a todo el mundo? Siempre tendrán a alguien detrás que les saque del pozo sin que ellos tengan que mover un músculo. Mi madre es de esas.<br /><br />Sin embargo esto fue demasiado para ella, al ver que no volvía le amenazó, él no tenía un duro todo el dinero era de mi madre y a tu abuelo no le quedó más remedio que regresar a su lado. Supongo que ella nunca se recuperó del todo de aquella historia y se volvió loca. No quiere que nadie más la abandone, sería la mujer más feliz del mundo si pudiera mantener a todos sus hijos en casa con ella. Se encargó personalmente de cada uno, nos estudió por separado y con una paciencia infinita puso en marcha su plan.<br /><br />A cada uno nos hizo creer una cosa, a cada uno le impuso un castigo que le impidiera salir a la luz. A tu tía le tocó la inseguridad, no salía nunca a la calle a menos que no fuera necesario y si lo hacía no levantaba la vista del suelo. Tu padre es el depresivo, ¿no te has fijado? Siempre está triste, ha superado tres depresiones y es porque mi madre se encargó de amargarle la vida. Y yo soy el raro, yo ya la pillé mayor porque no sé si es un castigo o una bendición del cielo.<br /><br />Me falta mi hermana pequeña, ¿verdad? Pero ella no tiene defectos. Ella es igual que mi madre, una mártir, una santa que le da pena a todo el mundo. No necesitaba más, es su viva imagen.<br /><br />Cuando construyó esta casa tu padre y yo ya no vivíamos con ellos, nunca llegamos a vivir en esta casa pero tenemos nuestra habitación esperando nuestro fracaso en la vida para regresar a su lado. Es perverso, nos está esperando y es así tal y como te lo cuento.<br /><br />Y si lo hago es porque está empezando contigo, ahora que se ha ocupado de sus hijos puede empezar a ocuparse de sus nietos. Además ahora cuenta con la ayuda de su hija. Vete, sal de aquí, márchate lo más lejos que puedas porque no vas a poder con ellas. Y sé que tú crees que puedes con todo, que no eres santa como tu abuela y que odias quedarte quieta sin luchar. Pero esta guerra la tienes perdida, si te quedas aquí mucho tiempo la casa te reclamará como suya.</em><br /><br />La casa, siempre me había dado escalofríos. Era tan grande, tan fría. Recordé la historia de miedo que me había contado mi padre cuando era pequeña. Una de un hombre que vivía muy cerca de nosotros. Un hombre normal que se volvió loco y empezó a hacer puertas, construyó puertas en la casa mientras los vecinos encontraban un nuevo tema del que hablar. Hasta que construyó siete, se tiró todo la noche trabajando y cuando la terminó mató a toda su familia.<br /><br />Nunca más lo volvieron a ver en el barrio, tampoco </div></span><br /><p align="justify"><a href="http://1.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Rrec1X26wsI/AAAAAAAAACI/ajejqgmajh4/s1600-h/the-open-door.jpg"></a>se encontró su cadáver. La casa de las siete puertas, como pasó a llamarse, se derrumbó y los vecinos dejaron de hablar de esa historia. Por miedo o por lo que prefieras. </p><span style="font-family:georgia;"><p align="justify"></span><span style="font-family:georgia;"><br />La casa de mis abuelos tiene siete puertas, siete, ni una más ni una menos y siempre he sentido que estaba maldita.</p></span><br /><span style="font-family:georgia;"><p align="center"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5097612417110291826" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Rr5bfCx6tXI/AAAAAAAAACY/GjqZNm4A5xs/s400/the-open-door.jpg" border="0" /><a href="http://1.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/Rrec1X26wsI/AAAAAAAAACI/ajejqgmajh4/s1600-h/the-open-door.jpg"></a></span></p>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-9121963597031274351.post-41625410606330176112007-08-01T03:01:00.001+02:002009-04-29T19:19:05.689+01:00Jugando con la arena III<div>- <strong>“No hay mayor desprecio que no hacer aprecio”,</strong> eso era todo lo que le decía. ¿lo entiendes Lu? eso era todo, no había más.<br /><div><div><div><br /><div align="justify">- Pero la escuchabas<br /></div><br /><div align="justify">- Pero no fue suficiente. No le hacía ningún caso, ninguno. Ella hablaba y hablaba sin parar contándome todo aquello…Lucía ni siquiera la escuchaba, le soltaba la frase y me daba la vuelta. Supongo que la situación me empezaba a cansar, supongo que sólo pensaba en mí, supongo que no sé escuchar demasiado bien. </div><div align="justify"><br />- A mí me has escuchado siempre y siempre lo has hecho bien. No te castigues con eso Alex, por favor, tú no podías hacer nada.<br /><br />Pero era inútil, hacía mucho que Alex se sentía responsable de aquello. Cuando llega la culpa es muy difícil que se vaya. Como el frío, que todavía estaba con él.<br /><br />Recordaba lo que le había dicho siempre su abuela. Aquello de que las personas no se mueren de repente. “cuando llega el final se van muriendo lentamente, cada día un poquito más, pero no es hasta que se mueren cuando somos capaces de apreciarlo”.<br /><br />A ella le había pasado lo mismo. Antes de morir moría cada día un poquito más. Al final ni siquiera era ella, cubierta con ese aura que sólo los moribundos conocen, ese que sólo ellos arrastran hasta que su peso es demasiado grande, hasta que les asfixia y no les deja vivir más.</div><br /><div align="justify">Tiembla cada vez que recuerda aquellos ojos bondadosos que de un momento a otro adquirían una mirada fija, casi hipnótica dirigida hacia ningún lugar en particular. Respirando un aire que sólo a ella envenenaba mansamente, con toda la paciencia del mundo, hasta que la envenenó por completo. Le suplicaba ayuda las veinticuatro horas del día y no supo escucharla.<br /><br /><strong>Le temblaban las manos cuando tuvo que elegir</strong>, podía recordarlo perfectamente, no paraba de temblar, tal y como le estaba sucediendo ahora. Ella se fue y el se vació por dentro dejándose cubrir por el frío. Ese frío aterrador que todavía estaba con él.<br /></div><div align="justify">- Cuando lo elegí todo, el ataúd, las flores…cuando lo elegí todo me fui. Ni siquiera me despedí de ella. No podía quedarme, su familia iba a querer saber lo que había pasado y yo no podía explicárselo. ¿Cómo iba a explicarles que su hija se había suicidado porque yo no supe escucharla? ¿Que la había visto agonizar un poquito cada día y no había sabido salvarla? La dejé sola, hasta el último minuto la dejé sola, hasta cuando ya no había nada que hacer la abandoné y no me digas que no podía hacer nada porque no es cierto, lo sabes igual que yo.</div><br /><div align="justify">- Y huiste...<br /><br />“Y al hacerlo te encontraste conmigo” pensó Lucia mientras le recibía entre sus brazos. “Y huí y os encontré” pensó Alex mientras se apoyaba suavemente en ella.<br /><br />Entretanto la arena de la playa jugaba con su piel arrastrando a su paso un poquito de aquel frío. Al mismo tiempo que la culpa derrotada se alejaba entre las olas, pues sólo la arena tenía sitio en ese abrazo </div><br /><br /><div align="justify"></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5093769157182931634" style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center;" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_IZKmXT2vuSY/RrC0D326wrI/AAAAAAAAACA/PTejhKomf98/s400/ciao+tristeza.jpg" border="0" /></div></div></div></div>Sarahttp://www.blogger.com/profile/09304730789748828756noreply@blogger.com7